Baloncesto / Supercopa
Usman Garuba es otro
Después de tres años en Estados Unidos ha regresado al Madrid un jugador diferente. Ha ganado 15 kilos de músculo y su involución en ataque no inquieta en el club. Le ven un margen de mejora amplísimo
El primer día de Usman Garuba en Valdebebas provocó la misma reacción que había despertado semanas antes en su llegada a la concentración de la selección española. La sensación era unánime. Algo así como «este no es mi Usman, me lo han cambiado». El adolescente que se fue a Estados Unidos con 19 años ha regresado al Real Madrid tres temporadas después con «más kilos, más músculo, más fuerte... está para pegarse con cualquiera», según se transmite desde el vestuario blanco. «Está inmerso en un proceso de readaptación al baloncesto europeo y a su rol en el Real Madrid», se asegura desde la FEB.
Garuba dejó el vestuario del Madrid como mejor jugador joven de la Euroliga, era uno de los mejores defensores de Europa casi en cualquier posición y estaba empezando a desarrollar un tiro exterior prometedor. Fue elegido con el número 23 del «draft» por los Houston Rockets y se marchó a la franquicia texana en 2021. En tres temporadas ha disputado 105 partidos (12:50 minutos de promedio en su segundo año), pero en el último curso sólo fueron media docena con los Warriors porque se pasó la temporada en su filial de la Liga de Desarrollo. La falta de ofertas este verano le animaron a desistir de la aventura estadounidense pese a su empeño.
El regreso al Real Madrid servía para paliar la salida de Poirier, pero su papel va a ser todavía más importante después de la marcha de Yabusele. A la Supercopa Endesa va a llegar justo porque apenas ha comenzado a entrenar esta semana debido a problemas musculares en la pierna izquierda. Aún no se ha estrenado con el equipo y tanto el cuerpo técnico como el médico tienen que frenarle en los entrenamientos.
En un equipo con muchos miembros importantes que juegan casi de memoria, Garuba está en pleno proceso de adaptación. No es algo que preocupe a Chus Mateo. Con 22 años su involución en ataque no preocupa, el margen de mejora es altísimo. Lee bien el juego, debe sumar cerca del aro, volver a progresar en el tiro exterior y marcar diferencias atrás que es para lo que se le ha fichado.