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Entrevista

Sara Sorribes: "He comprobado que no, pero en tu cabeza crees que se va a olvidar cómo dar una derecha"

La tenista castellonense se lesionó en septiembre en el escafoides del pie derecho y ya está casi preparada para volver. Le ha echado «paciencia y calma»

Sara Sorribes, tenista Nara Seguros

Sara Sorribes (Castellón de la Plana, 26 años) está atenta a todo. Mira el reloj porque tiene entrenamiento en el Club de Tenis Chamartín y había quedado a las 13:00 y no quiere llegar tarde. Hay tiempo para mantener una charla con la embajadora de Nara Seguros sobre su lesión en el escafoides del pie derecho, que la tiene parada desde septiembre, y sobre el tenis y la vida. Ya ve la luz al final del túnel y tiene previsto regresar en tierra batida en Bogotá la semana del 3 de abril.

¿Cómo es la sensación de estar ya cerca de volver?

Sobre todo es de mucha felicidad por estar en la pista, de ganas de trabajar y de ir mejorando esas cosas que sé que necesito seguir trabajando. Es de ir día a día, con tranquilidad y sobre todo disfrutando de este proceso.

¿Ha estado muchos días sin tocar la raqueta?

Sí, prácticamente cuatro meses.

Es mucho. ¿Hay una parte buena porque ayuda a resetear?

Bueno, tiene la parte de que entras totalmente libre, totalmente nuevo, pero lógicamente ha tenido momentos malos y el tenis necesita su tiempo de recuperación.

Lo de dar una derecha no se olvida aunque esté cuatro meses sin tocar la raqueta...

He podido comprobar que no se olvida, pero en tu cabeza crees que sí se va a olvidar, y eso cuesta a veces.

¿Qué se aprende de una lesión así?

Te enseña que hay más vida aparte del tenis, que sí, que se están jugando los torneos, pero la gente sigue haciendo su vida normal y no pasa nada. Te enseña a tener paciencia, calma, a vivir otras cosas que durante tu carrera deportiva no has podido vivir. Y bueno, a intentar llevarlo lo mejor posible.

"En tenis pierdes todas las semanas, pero debes tomarlo como un aprendizaje"

SARA SORRIBES

Su carrera siempre ha ido hacia arriba y lleva tiempo instalada en la élite. ¿Cómo es el camino?

Tiene de todo. Yo creo que es un camino bonito, que es un camino de aprendizaje diario. Yo estoy muy feliz de la carrera que estoy teniendo, de cómo lo he llevado hasta ahora, porque creo que ni en mis mejores sueños hubiese podido imaginar llegar hasta aquí, vivirlo de esta manera. Lógicamente perder todas las semanas no es plato de buen gusto para nadie, y el tenis tiene eso, que prácticamente todas las semanas pierdes, pero si lo tomas como un aprendizaje para recorrer ese camino puede ser muy bonito.

¿Cómo empezó el camino?

Empezó porque mi madre daba clases en el club de tenis de mi pueblo y me llevó un día un poco yo creo porque ya no sabía qué hacer conmigo, estaría por ahí jugando o cualquier cosa, y me gustó un montón, se me daba razonablemente bien y seguí entrenando.

¿Cómo fue el salto a ser profesional?

En mi caso fue muy natural. Nunca he sentido ningún tipo de presión ni nada así. Simplemente iba, jugaba con otros niños, empecé a entrenar un poquito más, pero todo fue muy natural, fue ir quemando etapas.

¿Hay unos años difíciles en los que incluso tiene que poner dinero?

Sí, sí. El tenis es un deporte muy caro y complicado. Los patrocinadores me han ayudado un montón, es súper importante y cuando eres joven todavía más.

Ha ganado a algunas de las mejores ¿Qué supone?

En cuanto a deportista hay una parte que te reconforta, que sabes que tu trabajo se está viendo reflejado en la pista, es bonito, es una satisfacción, es por lo que trabajas. Pero en cuanto a persona no, en el día a día tú no te acuerdas y la gente... tampoco mucho. Simplemente es algo bonito del momento y es por lo que luchas en la pista.

Siempre dice que busca acabar con la sensación de que lo ha dado todo. ¿Cómo es esa sensación?

Creo que lo sientes, sientes cuando estás concentrada, sientes cuando estás trabajando, cuando estás dando el máximo que tengas cada día, porque yo creo que no todos los días tenemos el mismo máximo. Si ese día tienes un 60 y estás dando el 60, ese es tu cien por cien de ese día. Creo que entendiendo muy bien a tu cuerpo, escuchándote, puedes llegar a saber hasta qué punto estás dando. Luego hay una rival que también juega, que va a hacer cosas bien y que no es culpa sólo tuya. Es importante estar atento, aceptar lo que te venga, tener buena mentalidad y trabajar hasta el final.

"Me hubiera encantado ser futbolista"

SARA SORRIBES

Garbiñe se ha tomado un descanso. ¿Desgasta mucho el tenis?

Al final estás solo, es un deporte complicado, todas las semanas te exige, todos los días te exige y eso es difícil muchas veces de llevar. Lo entiendo perfectamente. Al final cada uno toma las decisiones que quiere. Garbiñe ha dado mucho a este deporte y ojalá pueda volver de este parón lo mejor posible.

¿Es fácil desconectar del tenis?

Mientras estás dentro no, es complicado, pero llega un momento en el que tu cuerpo también te lo pide y entonces le tienes que escuchar. Depende del momento, es más fácil o más difícil. A mí me gusta volver a casa, me ayuda a desconectar; hacer otras cosas, con un primo ir al parque, llevarlo al colegio, me ayuda un montón; estar con mi familia me gusta, el fútbol también...

¿Le gusta el fútbol para jugar o para ver?

Me hubiera gustado muchísimo poder jugar y verlo también.

Así que su madre le puso una raqueta en la mano, pero usted quería jugar al fútbol...

Bueno, sí, no me hubiese importado para nada aunque no sé si hubiese tenido el nivel.