Tenis

Lo que no le gusta a Nadal de la pista central de la Caja Mágica

El balear vivió otra jornada mágica en el Mutua Madrid Open, superó a Cachín y se coló en octavos de final

Partido de la Mutua Madrid Open entre Rafa Nadal y Pedro Cachín @Gonzalo Pérez Mata
Rafa Nadal, en su partido contra Cachín en el Mutua Madrid OpenGonzalo Pérez Mata Fotógrafos

Rafa Nadal en la central de la Caja Mágica, en la pista Manolo Santana, es igual a éxtasis. El público le anima ahí más que en cualquier otra parte, y ya es decir, sufre y se come las uñas con cada punto. Su nombre, el “vamos, Rafa”, es repetido cientos de veces en cada jornada, en ocasiones de forma inoportuna: hasta en un par de ocasiones de su partido contra Pedro Cachín, la maratón de tres horas en la que el balear logró colarse en los octavos de final del Mutua Madrid Open, se enfadó el tenista visiblemente cuando hubo un grito justo en el momento en el que iba a sacar su rival. Abrió los brazos en señal de protesta, como diciendo: "Ahora, no".

A veces, Nadal y los aficionados se retroalimentan y si el deportista saca el puño, la grada enloquece.

“Yo en ocasiones fallo, ellos nunca”, dijo después de pasar el partido contra De Miñaur, Pero hay una cosa que no le gusta a Rafa de la pista Manolo Santana, la central de la Caja Mágica. Contra De Miñaur jugó bajo techo porque llovía, contra Pedro Cachín el encuentro se disputó al aire libre, aunque el agua también amenazó con aparecer, de hecho, media hora antes del arranque del duelo chispeaba en la capital de España. “Esta pista es más bonita y más cómoda jugar cubierto. Hay un pequeño problemilla, no de ahora, de siempre, para mí. Es muy metálica, cuando refleja el sol en el metal hay un problema de visibilidad. Para mi gusto, al final cada cual... Los reflejos a mí me molestan un pelín. La central a veces es un poco fría por el metal, y cubierta, con los focos, esa sensación de metal se pierde”, opinó Rafa, que, en general, considera que el torneo es espectacular. “Las instalación son fantásticas, con tres pistas cubiertas, muchas de entrenamiento... Está más que preparada para un torneo así, pero la central es fría por el metal”, dijo. “Aquí me gusta jugar cubierto, la altitud se nota un poco menos y el techo además es alto y sigue sonando bien la bola, no se oye hueca, el sonido no cambia. Por la belleza me gusta más, pero es un torneo outdoor y se tiene que jugar descubierto: así es como he jugado toda la vida y he conseguido mis éxitos aquí, pero como bonita me gusta más cubierto", concluyó Rafa su explicación.