Seis meses después de la victoria en Doha, Roberto Bautista ha vuelto a levantar un título. El castellonense se impuso por un doble 6-2 al austríaco Filip Misolic en 94 minutos para llevarse el torneo de Kitzbühel. Es la primera victoria sobre tierra batida desde Stuttgart 2014. La de Kitzbühel ha sido la vigésimo primera final de su carrera, de las cuales sólo tres han sido en arcilla, una más en hierba, y las 17 restantes las reparte sobre pista dura (cinco en indoor).

Los dos sets de la final siguieron un guion calcado. Bautista, de 34 años, rompió el servicio de Misolic en el tercer juego y encarriló ambas mangas con autoridad, mostrándose firme con su servicio y poniendo en apuros al austríaco cada vez que el jugador local afrontaba su servicio. Bautista aprovechó cuatro de las nueve oportunidades de break de las que dispuso –dos en cada set– y fue capaz de salvar la tres ocasiones en las que el austriaco tuvo bola para devolverle la rotura. Cuando la final había superado la hora y media de duración, el español aprovechó su segunda bola de partido para sellar el undécimo triunfo de su carrera.

Hoy será el turno para Carlos Alcaraz. Carlitos disputará la final en Umag después de deshacerse en semifinales de Giulio Zeppieri por 7-5, 4-6 y 6-3. Su rival en la lucha por el título será previsiblemente su verdugo en la cuarta ronda de Wimbledon, Jannik Sinner. Ambos son los dos primeros cabezas de serie en el torneo balcánico. Sinner tiene pendiente disputar la semifinal ante su compatriota Agamenone. Alcaraz tratará en la final de cambiar la dinámica que esta temporada tiene ante los tenistas italianos. El murciano sólo ha perdido seis partidos en 2022 y tres de esas derrotas han llegado precisamente ante rivales transalpinos. Berrettini, Sinner y Musetti pudieron con él.