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Con Quique empezó todo en el Atlético

El Atlético ganó su primera Liga Europa con el ahora entrenador del Sevilla en el banquillo. Él marcó el camino de los títulos que después ha recorrido Simeone

Quique da instrucciones a sus jugadores en su debut como entrenador del Sevilla Miguel Ángel MolinaEFE

El Atlético ha vivido los mejores años de su historia desde que Diego Simeone ocupó el banquillo en los últimos días del año 2011. Desde entonces ha ganado dos Ligas, una Copa y dos veces la Liga Europa, además de haber llegado en dos ocasiones a la final de la Liga de Campeones. Pero todo hubiera sido más difícil si antes Quique no se hubiera sentado en el lugar que ahora ocupa el Cholo.

Con Quique Sánchez Flores en el banquillo, el Atlético ganó en 2010 su primera Liga Europa que era mucho más que eso. Era el primer título después del ascenso, de ese añito en el infierno que acabaron siendo dos. Era también su primera final europea desde 1986. 24 años de espera, pero esta vez con final feliz. Y era también el primer título después del doblete de Antic.

Cuando Quique, ahora entrenador del Sevilla, se hizo cargo del Atlético, el equipo rojiblanco estaba solo un punto y un puesto por encima del descenso y vagabundeaba por la fase de grupos Liga de Campeones. Había empatado a cero con el Apoel Nicosia en casa y había perdido en Oporto (2-0) y en Stamford Bridge contra el Chelsea (4-0). Con esos resultados el club decidió despedir a Abel Resino y contratar a Quique, que consiguió llevar al equipo hasta la novena posición en la Liga, disputar la final de Copa, que perdió precisamente contra el Sevilla, y sobre todo, ganar la Liga Europa después de una emocionante semifinal contra el Liverpool y de una final más trabajada de lo previsible contra el Fulham siempre con Forlán como jugador determinante.

Quique volvió a poner al Atlético en el camino de los títulos que luego ha recorrido Simeone. Y ahora llega al Sevilla en unas condiciones parecidas a las que se encontró en el Atlético. Su equipo está tres puntos y tres puestos por encima del descenso, pero se lo encontró este mismo lunes solo un puesto por encima del descenso y a igualdad de puntos con el Celta, que ocupaba el antepenúltimo puesto. En Europa ya no le va a dar tiempo a enderezar el rumbo, con el equipo eliminado de todo.

Su trabajo ahora es salvarlo del descenso y, si hay tiempo, llevarlo a Europa. Ya hizo algo parecido hace dos años con el Getafe cuando la situación era mucho más complicada. El equipo era último y solo había conseguido un punto en ocho partidos. Acabó un punto por encima del descenso y en el puesto quince.

En el Sevilla ha comenzado bien, con una victoria en Granada (0-3) después de apenas un entrenamiento en el cuerpo con su nuevo equipo. Y para terminar el año le espera un enfrentamiento contra el Atlético que a él no le tocaba. Es el partido de la sexta jornada aplazado por el temporal. Un partido que le correspondía a Mendilibar y ahora asume Quique.

Las estadísticas no son muy favorables al Sevilla en los últimos tiempos en terreno rojiblanco. Nunca ha ganado en el Metropolitano. «Es un estadio donde no tenemos buenos recuerdos como sevillistas», asume Quique.

Sus recuerdos del Atlético sí son buenos, aunque entonces aún jugaba en el Calderón. «Es muy especial, pero vamos a ser rivales hasta el final, aunque lo de antes y lo de después estará muy bien. Los atléticos son gente entrañable, me lo recuerdan cada día en Madrid. Son muy agradecidos y yo soy muy agradecido con ellos», dice.