Champions League
Quince minutos de tormenta y Lewandowski
Lo contó Ancelotti con la tranquilidad con la que afronta cualquier circunstancia que se avecina y que parece un problema. «Ellos tienen 90 minutos para marcar cuatro goles. Nosotros tenemos 90 minutos para marcar uno», dijo. Él y todo el Madrid saben que con un tanto, cualquier mínima esperanza del Borussia Dortmund desaparece. El equipo puede visualizar el escenario que se va a encontrar esta noche. Un estadio entregado a su equipo, un rival que va a salir desde el principio como si fuese el final, con Lewandowski en el campo. Él, que hizo cuatro goles hace un año, no pudo jugar la ida. «Primero quiero decir que estuve triste por perderme ese partido. Ahora sé que las oportunidades que nos quedan son mínimas y tampoco se puede comparar este año con la temporada pasada. No creo que se reproduzca el guión de poder meter cuatro goles aunque sería bonito, claro. Dicho esto, lo vamos a dar todo, iremos a toda pastilla los 90 minutos y lo haremos con el apoyo de la afición, que aquí siempre aprieta mucho», explicó el delantero. Con él en el campo, Pepe y Ramos tienen que estar mucho más concentrados. «Creo que su presencia cambia al rival respecto al partido de ida –confirmó Ancelotti–. Es un delantero con gran calidad y una referencia para el equipo. Su presencia da más potencial al Borussia».
Lewandowski es una de las armas más poderosas de los alemanes. La otra es su fiebre, su pasión por marcar cuanto antes. «Hay muchos consejos que vienen desde fuera que dicen que sería idóneo abrir el marcador en el minuto cinco y no sé qué pensar. No serviría de nada si luego no lo haces bien en los otros 85 minutos. No sé cuántos de esos milagros que se anuncian se convierten en realidad. Lo que nosotros sólo podemos decir es que hay que darlo todo. Le debemos a nuestros seguidores poner toda la pasión del mundo», explicó ayer. El Madrid ha estudiado la lección: «Los primeros quince minutos serán determinantes. Ellos saldrán muy fuertes para intentar marcar al principio y apretar el marcador», dijo Carvajal.
Hasta el partido del Schalke, el Real Madrid llegaba a Alemania asustado por su historia allí. Klopp quiere recuperar ese temor: «Habrá que jugar con muchísima pasión, eso está claro y es fundamental. No puedes salir airoso de otra manera. Hay que ponerlo todo para no tener ya el mismo resultado que en la ida. Y es algo que quiero evitar a toda costa. No quiero que me marquen tres goles». En realidad, el Real Madrid no pretende marcar, tres. Con uno le basta para bajar la temperatura ambiente. Con uno, toda la pasión, todo el entusiasmo con el que el Borussia va a salir en los primeros minutos se enfriará para siempre. Sería inútil. «No vamos a cambiar el sistema. Cuanto antes marquemos, antes acabaremos la eliminatoria», insistió Ancelotti. Frente a la pasión rival, el entrenador madridista fue racional. Todo tiene que ser igual que otros días, mantener la calma cuando empiece la tormenta. El Borussia va a colgar balones, va a llegar de cualquier modo a la portería que defiende Casillas. El Madrid va a jugar muy junto y muy serio para evitar sustos. Serán quince minutos malos. «Es cierto –dijo Lewandowski– que tenemos muchas lesiones, pero no dejamos de ser peligrosos para cualquiera. Todo el mundo sabe que preparamos los partidos con mucha agresividad».
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