Países Bajos-Croacia (2-4): Modric espera a España en la final de la Nations League

Al ritmo de Luka modric y con un carácter forjado en muchos años de competición, Croacia acabó con la ilusión de Países Bajos, que buscaba, como organizador, la final de la Nations League y sólo le queda el consuelo, más bien el castigo, del partido por el tercer y cuarto puesto, que si ya sobra en el Mundial, en esta competición es un estorbo mayúsculo. Pues a eso destinó Croacia a Países Bajos. Así se las gastan los jugadores croatas.

Países Bajos se adelantó en el marcador en la mitad del primer tiempo y empató después en el último minuto de la segunda parte, Y el rival se lo tomó en las dos ocasiones como un mal menor, como una cosa más que había que hacer, sin alterar sus planes ni su modo de jugar. Ni siquiera una decepción como el tanto del empate cuando ya parecía que había ganado alteró al equipo croata. Es una selección que ha acabado entre las cuatro primeras en los últimos dos Mundiales y aunque cada competición se presenta como un adiós, como el momento en el que van a bajar del pedestal, eso no ocurre, porque han aprendido a competir, y eso es un valor que supera casi todos los demás. Volvió a golpear en la prórroga, cuando Modric, a sus 37 años y con toda la temporada a cuesta seguía dando pases, y esta vez, Croacia, no se dejó empatar como sí había hecho antes.

Países Bajos se adelantó en la primera parte, en la que pudo ser la mejor jugada del partido, una combinación rápida en una esquina del área, que recordó a aquellos mejores tiempos, cuando la selección naranja (azul en este caso) se ponía como ejemplo de fútbol bonito y manera de afrontar este deporte. Eso ha pasado ya y da la impresión de que Países Bajos es un grupo en continua progresión, sin nunca llegar a ningún sitio de verdad. Con Koeman en el banquillo dio la impresión que da casi siempre en los últimos tiempos: un buen equipo, pero que no llega a ser los suficientemente bueno como para ganar cuando se debe. Y eso que ha aprendido a tener carácter: fue a la desesperada para empatar y lo hizo. Pero, como le pasó tras el primer tanto, tras el segundo, no supo mantener el ritmo. Lo mejor de Países Bajos fue cuando puso balones al área.

Croacia comenzó perdiendo, recibió un gol cuando el encuentro acababa y en ambos casos siguió jugando para ganar. Su primera parte de la prórroga fue encomiable, con una capacidad casi increíble de olvidar lo que le había pasado en el gol de empate. Se rehizo como si nada, Modric pidió el balón (y jugadores así no se van Arabia aún) y Petkovic hizo el tercero de un tiro lejano. Y le hicieron el penalti del cuarto. Lo marcó Modric. Bellingham sabe lo que le espera.