Nadal sigue adelante en Montreal después de sacarse de encima otro partido difícil. Esta vez con remontada incluida, ante el italiano Fognini (2-6, 6-1 y 6-2), que no estuvo al cien por cien y que incluso tuvo que pedir la asistencia del médico en el tercer set para aliviar sus dolores en un pie. Al acabar el encuentro, se tiró unos segundos charlando con Rafa en la red sobre lo que le había sucedido.

Pese a esas molestias, el italiano logró ganar el primer parcial de forma dominante. Otra vez con un viento molesto, la versión más tímida de Nadal salió a la pista central del torneo canadiense. Sus pelotas se quedaban demasiado cortas, no hacían daño y cuando Fognini puede golpear plantado y cómodo, la bola le vuela, va muy rápida. Pese a todo, el ojo de halcón jugó a favor del italiano: le salvó de un break nada más empezar y al juego siguiente fue él el que logró la ruptura para lanzarse ya a por el 6-2.

Los dos jugadores se tomaron un descanso, fueron al baño y cuando volvieron el partido ya fue otro. El Nadal dominado pasó al ataque, a mandar con la derecha, a buscar la red incluso a veces después del saque. Sin inmutarse sobre si Fognini sufría más o menos físicamente, Rafa hizo su partido para terminar por todo lo alto. No tiene el español ni un día "normal"en este Masters 1.000 de Montreal. O es la lluvia la que interrumpe el partido, como en su estreno; o es el viento el que incomoda como en octavos o es un rival a medias como en cuartos. A todo hay que adaptarse. El caso es que el zurdo, con sus subidas y bajas de juego, ya está en semifinales, donde espera a Bautista o Monfils, cuyo partido se aplazó por la lluvia. El ganador tendrá una doble jornada el sábado: los cuartos y las semifinales ante Rafa. Por el otro lado buscan la final Medvedev y Khachanov.