Azul.
Colombia, a hacer historia sin Falcao
Desde que el 22 de enero, Falcao se rompió la rodilla izquierda en un partido de la Copa francesa, toda Colombia ha vivido pendiente de la recuperación de su estrella. Los plazos eran demasiado ajustados y la fortaleza física y mental del delantero no ha podido acortarlos.
Desde que el 22 de enero, Falcao se rompió la rodilla izquierda en un partido de la Copa francesa, toda Colombia ha vivido pendiente de la recuperación de su estrella. Los plazos eran demasiado ajustados y la fortaleza física y mental del delantero no ha podido acortarlos.
El 2 de junio, Radamel confirmaba que no podía estar en Brasil, al mismo tiempo que aseguraba confiar en el grupo de futbolistas que consiguió de forma brillante la clasificación de los «cafeteros» para la Copa del Mundo dieciséis años después desde la última vez. Porque esta Colombia de José Pekerman es mucho más que los goles de su delantero y muchos la señalan como una de las posibles sorpresas del Mundial. Se trata de un puñado de muy buenos futbolistas a los que el técnico argentino les ha dado orden y mentalidad ganadora, una combinación que podría ser suficiente para firmar la mejor actuación de Colombia en los Mundiales y que sería superar los octavos de final de 1994.
Después de tanto tiempo, el objetivo principal era regresar a la élite y para ello la Federación se fijó en Pekerman, que en 2006 dejó a Argentina a un penalti de las semifinales. Colombia tenía la materia prima, pero necesitaba profesionalidad y un proyecto sólido, características básicas en la carrera de su seleccionador. Con él, el equipo olvidó su mal inicio de fase de clasificación para acabar en segunda posición, luchando con Argentina por el liderato y con la defensa menos goleada de la zona suramericana. Al mismo tiempo que los números cuadraban, también las sensaciones sobre el terreno de juego, con un espíritu ofensivo y la premisa básica de cuidar la pelota y ser protagonista a partir de ella. Los colombianos no tendrán los goles de Falcao, pero sí los de Teo Gutiérrez y Carlos Bacca, a día de hoy teóricos titulares en la delantera. Junto a ellos, James Rodríguez, el colombiano con más talento en mucho tiempo, y Juan Guillermo Cuadrado, un centrocampista desequilibrante con regate y pegada. Las bajas de Aldo Leao y Edwin Valencia dejan al jugador del Elche Carlos Sánchez y al ex del Deportivo Abel Aguilar como protagonistas principales de un doble pivote que puede incluir a Guarín cuando sea necesario un esquema más ofensivo. En defensa será clave la experiencia del capitán Mario Yepes, con Zapata o el joven Balanta al lado y Zúñiga y Armero en los laterales. Los dos son carrileros de largo recorrido y un arma ofensiva llegando por sorpresa. Y en la portería, David Ospina, guardameta del Niza con poco nombre internacional, pero capaz de ser uno de los jugadores revelación del torneo.