Los hombres de Márquez

«Les prometí que en cuanto pudiera los intentaría llevar conmigo», dice Marc de los tres componentes de su equipo de toda la vida que no pudieron saltar con él a MotoGP. Ahora, Márquez ya puede cumplir su promesa, se lo ha pedido a Honda y los japoneses, evidentemente, han aceptado. Su magnífica temporada le ha hecho pasar de «rookie» a hombre fuerte dentro de la estructura del ala dorada, al menos lo suficiente para que en 2014 disponga del «dream team» que deseaba. «El año pasado ya tenía esta ilusión, lo intenté, pero no fue posible. Honda me aconsejó que para empezar en MotoGP necesitaría un equipo con experiencia y es verdad que me han ayudado mucho», cuenta el líder del Mundial, al que desde el comienzo de curso le acompañan dos de sus hombres de confianza: Santi Hernández y Carlos Liñán, mientras que el resto de colaboradores son los heredados de la estructura de Casey Stoner. «Mi ilusión era traer a quienes llevaban trabajando conmigo ya hacía tres años e incluso cinco en algún caso. Soy joven y creo que los necesito».

Junto a ellos ha crecido y se ha hecho un hombre subido a una moto. Por eso la despedida no fue fácil tras el título de Moto2 en 2012. «Gracias por dos años inolvidables», decía el lema junto al que posaron Marc y su núcleo más directo de asistentes. Con ellos hablaba en inglés cada día para ir mejorándolo y prepararse para su llegada a la élite, y son en los que se apoyó cuando en 2011 la maldita visión doble le impidió luchar con Bradl en la última carrera en Cheste.

Ahora se ha asegurado de que en 2014 volverán a ser la familia de siempre, compuesta por: Santi, Carlos y la llegada nuevamente de Javier Ortiz (encargado de los neumáticos y la gasolina), Hugo Bucher (telemétrico) y Jordi Castellá (mecánico). Carlo Luzzi (ingeniero), Andrea Brunetti y Roberto Ginetto se mantendrán para completar un «staff» a la medida de Marc tanto en lo deportivo como en lo humano.

«No es que estuviera en deuda con ellos, porque al final son profesionales y lo entienden, simplemente era mi ilusión. Por ejemplo, con Castellá ya empecé a trabajar con doce añitos y casi siempre estuvimos juntos. Sabéis que soy un piloto al que le gusta estar mucho con el equipo, tener una familia aquí y estar cómodo», explicaba el del Repsol Honda, que no encuentra nada que reprochar a los que dejarán su hueco: «Me han ayudado, pero es lo que quiero y el tiempo dirá si me equivoco».

Además de confirmar su cercanía con los que han colaborado en que llegara lejos, la decisión deja clara la ascendencia de Márquez en la escudería japonesa. Una posición fuerte que le ayudará en el momento de la renovación: «No hemos hablado de esto, porque falta mucho, pero cuando llegue el momento intentaré poner las cosas fáciles para seguir aquí muchos años». De momento, el próximo ya estarán en el garaje todos los hombres de Marc.