Opinión

Mejor perder

La Inglaterra de Southgate tiene ya cara de portada del «Mirror» con juego de palabras hiriente

Aficionados ingleses antes del partido ante Eslovenia
Aficionados ingleses antes del partido ante EsloveniaAlberto EstévezAgencia EFE

Hay países en el mundo que pierden de maravilla. En España solíamos hacerlo, con estricta fiabilidad y costumbre, impropias de nuestro carácter, aunque también con estrépito y melodrama, más acordes con nuestro temperamento: como Sainz, en el último tramo, en cualquier deporte, como contra Angola en baloncesto, con todo tipo de giros dramáticos, como Zubi empujando adentro el balón de Nigeria, sangrando como Luis Enrique. Es difícil decir por qué hemos abandonado el sentimiento trágico de la vida que tan bien nos definía.

También entretiene la derrota de Argentina solo para presenciar esa furiosa catarata de insultos que crucifican sin piedad. Aquel «gordo cementerio de canelones» sigue en el frontispicio del improperio. Se goza ver perder a los franceses la final de Roland Garros y el Tour de Francia, no me vayan a decir que no, porque se les nota apretando la mandíbula mientras felicitan al campeón. Pero quienes destacan en las artes del fracaso, cosa segura en la vida, por cierto, son los ingleses. Pierden incluso cuando empatan, porque su crueldad no conoce ambages. Su partido contra Eslovenia (que no les impide clasificarse primeros de grupo) ya ha dado pie a esas portadas de los tabloides con juegos de palabras que ni la prensa deportiva española en sus momentos más beodos ha sido capaz de igualar. Ese aguijonazo verbal, la foto desde el ángulo más cruel. Hay una cosa segura: se sabe quién va a perder por la cara que pone compitiendo, por su lenguaje corporal. Y los de Southgate ya tienen la cara de portada de «Mirror» antes de que ruede el balón de los cuartos de final. Al seleccionador inglés le han lanzado vasos (vacíos, claro) sus propios aficionados y hasta la compañía irlandesa de vuelos Ryanair ha hurgado en la herida: «Es suficiente, vamos a llevaros a casa», les invitó por redes sociales.

Harry Kane, capitán y delantero de la Pérfida Albión recordó: «Hace mucho que Inglaterra no gana nada». Mucho tiempo, incluso más que el de la propia carrera del delantero del Bayern de Múnich, que aclaró que no quiere «desenterrar» a nadie, en referencia a sus críticos más fieles, Gary Lineker y Alan Shearer, que también fracasaron con su selección. Compramos palomitas.