En 82 minutos, un título y un gol para Mbappé con su nueva camiseta. Todo va muy rápido en el Real Madrid y ya lo ha comprobado el francés, que le puso la guinda con el segundo tanto a una segunda parte brutal de Vinicius y Bellingham. Es el Madrid de la temporada pasada, el que ganó la Champions y la Liga, mejorado por una estrella mundial que, en su primer día de blanco, recuperó esa sonrisa que había perdido en los últimos tiempos tanto en el PSG como con la selección francesa. «Es una gran noche para mí, he esperado este momento desde hace mucho, quería ponerme esta camiseta y este escudo, es un gran momento y ganar un título es importante, igual que el gol que es clave para un delantero, pero también el placer de jugar. Tenía muchas ganas de estar con estos compañeros. Es un gran día», decía Kylian en el micrófono de Movistar. No podía dejar de sonreír, ni siquiera cuando en la celebración de su gol, Rüdiger le dio la típica paliza cariñosa que le toca a los compañeros del alemán que marcan gol. «Me pegó por detrás, sí, espero que lo haga muchas veces porque será una buena señal», confiaba Mbappé, que con una semana de entrenamientos fue titular en la final de la Supercopa.

Le costó al principio, y disfrutó más en la segunda mitad, cuando toco el ataque del Real Madrid se liberó de la presión de la Atalanta. «Vinicius y Jude son grandes jugadores los dos, tenemos los mejores en todas las posiciones. Seguro que vamos a mejorar, yo el primero, pero es un paso positivo», continuaba sin ponerse barreras en cuanto a los goles que va a marcar. «Estamos en el Real Madrid, no hay límites, si puedo marcar 50 goles, pues 50».

Ancelotti entra en la leyenda

El primer título del Madrid esta temporada es el 14º de Ancelotti, que iguala en lo más alto del club a Miguel Muñoz. «Es un honor dirigir a este equipo. Los de arriba con espacios son letales y lo han demostrado», destacaba el técnico tras la victoria en la final de la Supercopa ante la Atalanta.