Mark Cavendish: El último disparo del rey de la velocidad

En un lugar tan remoto como Singapur se cerró, de forma oficiosa, la carrera deportiva de uno de los mejores velocistas en la historia del ciclismo. ¿Uno de los mejores, o el mejor? Pues según a quién se le pregunte, porque en un deporte con más de un siglo de historia ya es difícil poner a una sola figura en lo más alto del olimpo. Pero no hay duda de que Mark Cavendish es uno de los sprinters más importantes de todos los tiempos. Y, esto sí se puede decir, de lo que llevamos del presente siglo.

'Cav' se despidió en el Singapore Criterium, prueba de exhibición patrocinada por el Tour de Francia, y lo hizo con victoria. Atrás quedan nada menos que 20 temporadas en la elite y un total de 165 triunfos oficiales. En realidad, su última carrera 'de verdad' fue el propio Tour, en el que a los 39 años logró batir un récord y convertirse en el ciclista con más victorias de etapa (35) de la ronda francesa, deshaciendo así su empate con otro de los inmortaltes de la bicicleta: Eddy Merckx.

Con una personalidad fuerte -que también le ha jugado alguna mala pasada- y un alma de ganador nato, Cavendish dominó por completo la velocidad en el ciclismo durante más de una década. Ya en los últimos años, con el efecto del paso del tiempo y la irrupción de sprinters más jóvenes, pasó a un segundo plano aunque nunca dejó de ganar del todo. A sus 35 etapas del Tour hay que sumar otras 17 en el Giro y tres en la Vuelta a España, para un total de 55 victorias en grandes vueltas.

También logró ser campeón del Mundo en Copenhague en 2011, y ganó una vez la gran clásica para sprinters, la Milán-San Remo, muy al comienzo de su trayectoria. En nuestro país, además de las tres etapas de LaVuelta, suma otras tres en la Volta a Catalunya y una Clásica de Almería, prácticamente la única carrera de un día propicia para hombres rápidos.

Se marcha un ciclista que recogió a su llegada el testigo de los Cipollini, Zabel o Petacchi y que durante muchos años se mantuvo inalterable como el mejor en lo suyo. Y, tras su marcha, deja una época sin un dominador claro y con un debate en el ciclismo sobre si deberían reducirse más las etapas llanas y pruebas al sprint. De ser así, será difícil que vuelva a aparecer un nuevo Mark Cavendish.