Baloncesto

El Madrid, inconsistente en la puesta de largo en Múnich (97-89)

Sin defensa y con un parcial de 33-16 en el último cuarto arrancó la Euroliga con una derrota ante el Bayern. El arreón final de Campazzo, insuficiente

Tavares, Campazzo y Musa tratan de detener a Lucic
Tavares, Campazzo y Musa tratan de detener a LucicLEONHARD SIMONAgencia EFE

En un escenario de lujo, el nuevo SAP Garden del Bayern, el Madrid emprendió la aventura de la Euroliga con una derrota que se explica desde una defensa nula. Los dos primeros cuartos contemporizadores en los que encajó 52 puntos no fueron más que el "spoiler" de lo que sucedió en el último. Un parcial de 33-16 dio la vuelta al encuentro cuando el Madrid lo tenía medio atado. El arreón final liderado por Campazzo (19 puntos y 9 asistencias) no sirvió de nada.

La Euroliga necesita un Bayern Múnich potente. Y en eso están los alemanes. En el reluciente SAP Garden estaba el capo de la competición, Dejan Bodiroga. Y el nuevo escenario del Bayern como local es una instalación de primerísimo nivel. No es un pabellón especialmente grande (11.500), pero su iluminación, el juego de luces, la estructura de las gradas le convierten en una "arena" ejemplar. Y la plantilla del equipo, a las órdenes de Gordon Herbert, campeón del mundo y sustituto de Pablo Laso, está para subir un escalón en relación a temporadas anteriores. Están los bávaros para pegarse por entrar en las ocho primeras plazas y si tienen enfrente un rival tan amable como fue el Madrid...

La defensa blanca apenas hizo acto de presencia en los dos primeros parciales que se saldaron con 26 puntos encajados en cada uno de ellos. El Madrid sólo se preocupó de responder a la gran salida local con puntos. Trabajo atrás no hubo. Las respuestas se fueron alternando. Empezó Musa, siguió Ibaka saliendo del banquillo y apareció Rathan-Mayes. Un triple, más bien una mandarina de las de Llull, del canadiense desde 13 metros permitió al Madrid irse por delante en el primer parón (26-29). El Bayern prosiguió con el bombardeo en el segundo cuarto (llegó a estar en 9/14 en triples) y se fue por encima de los diez puntos de ventaja mediado el periodo. El Madrid había encajado 49 puntos en apenas quince minutos y estaba obligado a empezar a poner parches porque el ritmo anotador alemán era insoportable. Cuando el equipo se tomó la defensa como algo a considerar, la reacción fue inmediata. El Madrid fue capaz de abortar cada escapada del Bayern con relativa facilidad. Como si la ventaja pudiera desaparecer con un par de empujones con los meñiques. Cuando bajó el acierto exterior local y los blancos se centraron, el choque se equilibró.

Cuatro de los cinco primeros ataques del tercer cuarto marcaron por dónde iba a transitar el partido en la reanudación. Hubo un tapón de Tavares a Booker, dos pérdidas y una buena defensa que hizo sonar la bocina de posesión. En el otro lado de la cancha bastó con recurrir al criterio de Campazzo porque el talento de todo el quinteto hizo el resto. Por eso Gordon Herbert pidió tiempo cuando apenas habían pasado dos minutos (54-61). La defensa del Madrid no tenía nada que ver con lo que se había visto. Si Campazzo, Abalde, Ndiaye y Tavares están en pista es garantía de vida asfixiada para el rival. Y si al base le da por mandar en el otro lado de la pista y alimentar a Tavares... el Madrid abrió una brecha en torno a los diez puntos que logró conservar cuando dio descanso a sus dos piezas claves (64-73).

Pero los alemanes volvieron a la carga. Recuperaron la puntería con tres triples para abrir el último cuarto y Chus Mateo tuvo que recuperar de inmediato a Tavares y Campazzo (75-75). El Bayern ya había cogido carrerilla. Con la pareja Edwards-Napier en el exterior volvieron a escaparse (85-77). El "Facu" trató de dar respuesta y desatascar el ataque del equipo, pero se enredó. Se enredó tanto que empezó a preocuparse más del arbitraje que del juego y como los alemanes siguieron a lo suyo se escaparon definitivamente. El parcial del último cuarto a falta de tres minutos era un escandaloso 24-4 (88-77) y acabó en un sonrojante 33-16. El arrebato final, liderado cómo no por Campazzo, que terminó desquiciado con los árbitros, no sirvió de nada.

97. Bayern Múnich (26+26+12+33): Weiler-Babb (0), Obst (9), Lucic (9), Booker (11) y Voigtmann (19) -quinteto titular- Da Silva (4), Edwards (13), Napier (25), Brankovic (0) y Giffey (6).

89. Real Madrid (29+22+22+16): Campazzo (19), Abalde (3), Musa (18), Ndiaye (0) y Tavares (10) -quinteto titular- González (0), Ibaka (9), Deck (11), Feliz (0), Rathan-Mayes (12), Garuba (2) y Llull (3).

Árbitros: Difallah (Fra), Racys (Lit) y Petek (Esl). Eliminado Booker. Descalificante a Campazzo.

Incidencias: 11.500 espectadores en el SAP Garden. Partido correspondiente a la primera jornada de la Euroliga.

1ª jornada: ÁLBA Berlín, 77-Panathinaikos, 87; Zalgiris Kaunas, 72-Barcelona, 67; Mónaco, 93-Armani Milán, 80; Baskonia, 88-Partizán, 82; Bayern Múnich, 97-Real Madrid, 89; Maccabi Tel Aviv, 89-ASVEL Villeurbanne, 82; Fenerbahçe, 82-Olympiacos, 71; París, 77-Estrella Roja, 80 y Virtus Bolonia, 67-Anadolu Efes, 76.

Clasificación (victorias/derrotas): 1. Mónaco (1/0); 2. Fenerbahçe (1/0); 3. Panathinaikos (1/0); 4. Anadolu Efes (1/0); 5. Bayern Múnich (1/0); 6. Maccabi (1/0); 7. Baskonia (1/0); 8. Zalgiris (1/0); 9. Estrella Roja (1/0); 10. París (0/1); 11. Barcelona (0/1); 12. Partizán (0/1); 13. ASVEL Villeurbanne (0/1); 14. Real Madrid (0/1); 15. Virtus Bolonia (0/1); 16. ALBA Berlín (0/1); 17. Olympiacos (0/1); 18. Armani Milán (0/1).