Llegaba el Partizán a Madrid después de cinco victorias seguidas. Ganó en Valencia y en Kaunas. En Belgrado habían caído Milán, Mónaco y Panathinaikos. Con permiso del Madrid, el equipo más enrachado del torneo. A eso se añadía el reencuentro después de todo lo vivido la temporada pasada en la frenética serie de cuartos de final. Llull y Punter, con los que empezó la batalla del segundo partido hace ocho meses, charlaron antes de empezar con el trío arbitral. Se trataba sólo de jugar y el Madrid en ese terreno fue una vez más superior. Muy superior. Los de Chus Mateo resolvieron el partido con la contundencia habitual.

El Partizán de este curso ha cambiado un tercio del equipo, pero ahí siguen Punter y Leday. Ellos son el alma de los serbios con permiso de Zeljko Obradovic. Apenas resistieron un par de cuartos. El Madrid dominó porque mostró con frecuencia ese perfil arrebatador que al rival de turno le genera infinidad de problemas. Musa fue el mejor ejemplo. El bosnio anotó 16 puntos en sólo once minutos en pista antes del descanso. Sólo cometió un error desde el tiro libre y fue una tortura para la defensa del Partizán. Los balcánicos no fueron capaces de aguantar el intercambio de golpes más allá del primer cuarto. Caboclo, el brasileño de 2,06 con la misma envergadura de Tavares, fue el único capaz de responder a los desafíos del equipo de Chus Mateo. Cuando aparecieron los clásicos y el acierto exterior se mantuvo, las diferencias se dispararon por encima de los diez puntos. Vukcevic, el que fuera canterano del Madrid, tomó el relevo de Caboclo, pero fue insuficiente para frenar las oleadas locales.

Al acierto que ya se ha convertido en costumbre se sumó una trabajadísima defensa de Causeur sobre Kevin Punter, el principal foco anotador del Partizán. El escolta estadounidense sólo anotó 4 puntos con 2/7 en tiros de campo. La defensa del francés fue intachable. Cuando Campazzo tomó los mandos de la nave, el partido se acabó. El argentino no es el jugador sideral que empezó la temporada, pero el nivel actual le basta y le sobra para ser determinante. Con un cuarto de hora de partido por delante, el Madrid había acabado con cualquier discusión ante un rival con margen de mejora.

91. Real Madrid (26+22+28+15): Campazzo (10), Causeur (9), Musa (23), Ndiaye (7) y Tavares (6) -quinteto titular- Rodríguez (0), Poirier (14), Hezonja (14), Llull (3), Alocén (0) y Rudy (5).

75. Partizán (19+17+15+24): Dozier (2), Andjusic (0), Punter (4), Leday (7) y Caboclo (18) -quinteto titular- Nunnally (8), Ponitka (4), Jaramaz (2), Kaminsky (0), Vukcevic (12), Smailagic (7) y Koprivica (11).

Árbitros: Lottermoser (Ale), Bissang (Fra) y Konstantinovs (Let). Eliminado Vukcevic.

Incidencias: 10.000 espectadores en el WiZink Center. Partido correspondiente a la décimo sexta jornada de la Euroliga.

16ª jornada: Maccabi Tel Aviv, 92-Estrella Roja, 98; Valencia Basket, 79-Virtus Bolonia, 71; Real Madrid, 91-Partizán, 75; Anadolu Efes-Baskonia (18:15); Zalgiris Kaunas-Barcelona (19:00); ASVEL Villeurbanne-Olympiacos (19:45); ALBA Berlín-Fenerbahçe (20:15); Bayern Múnich-Mónaco (20:30) y Milán-Panathinaikos (20:45). (Todos en Movistar +).

Clasificación (victorias/derrotas): 1. Real Madrid (15/1); 2. Virtus Bolonia (11/5); 3. Barcelona (10/5); 4. Partizán (9/7); 5. Maccabi Tel Aviv (9/7); 6. Valencia Basket (9/7); 7. Panathinaikos (8/7); 8. Mónaco (8/7); 9. Fenerbahçe (8/7); 10. Baskonia (8/7); 11. Olympiacos (7/8); 12. Bayern Múnich (7/8); 13. Anadolu Efes (7/8); 14. Milán (6/9); 15. Estrella Roja (6/10); 16. Zalgiris Kaunas (5/10); 17. ALBA Berlín (3/12); 18. ASVEL Villeurbanne (2/13).