La mala sombra de Marta

A Marta Domínguez la perseguirá la sombra del dopaje hasta que se retire –ahora tiene 37 años– y más allá. La IAAF (Federación Internacional de Atletismo) descubrió supuestas irregularidades en el pasaporte biológico de la atleta, entre agosto de 2009 y enero de 2013, y le abrió expediente. Luego se lo trasladó, para que procediera al estudio y sanción –cuatro años es la pena–, a la FEA (Federación Española de Atletismo), que se declaró incompetente y cuyo Comité de Disciplina a su vez lo traspasó, cual patata caliente, a la Comisión de Control y Seguimiento de la Salud y el Deporte del CSD, que, tras estudiarlo, se lo ha remitido a la Abogacía del Estado, a la WADA (Agencia Mundial Antidopaje) y de nuevo a la IAAF... La pelota va de un despacho a otro porque el caso tiene miga y lo previsible es que termine en el Tribunal de Arbitraje del Deporte (TAS), donde dentro de unos años, cuando Marta lleve unos cuantos retirada del atletismo, y después de invertir una pequeña fortuna en abogados, la declararán inocente o, si es culpable, exigirán que devuelva las medallas de oro del Mundial de 2009 y de plata del Europeo de 2010 en los 3.000 obstáculos.

Ésos han sido los pasos y eso es lo previsible. En el mientras tanto, el CSD espera los informes que ha pedido a la Abogacía del Estado, la WADA y la IAAF para, según las conclusiones, remitir su decisión al organismo pertinente, que en teoría es la federación internacional que, es de suponer, se lo pasará al TAS para que juzgue.

El CSD no se considera competente para decidir sobre un caso que al partir del pasaporte biológico de una atleta internacional debe abrir el expediente la Federación Nacional correspondiente, es decir, la de Atletismo. Y ésta se ha declarado incompetente para juzgar a su antigua vicepresidenta.

La Comisión de Control y Seguimiento de la Salud y del Dopaje que preside Ana Muñoz, directora general del CSD y ex directora de la Agencia Estatal Antidopaje, no tiene dudas sobre el camino a seguir: «Todos los casos de dopaje, sean de quien sean, han de resolverse a la mayor brevedad posible», y la Comisión está «dispuesta a colaborar con la IAAF, la FEA y, naturalmente, con los deportistas para resolverlo cuanto antes». El TAS espera la documentación.