Abandonos
“Walking dead” en el torneo de tenis
Desmayos, deshidrataciones, retiradas... las condiciones climatológicas y los horarios provocan una masacre. Carreño es el único superviviente español
Pablo Carreño es el único superviviente español en el torneo de tenis. Y lo de superviviente está más justificado que nunca. El asturiano se ha colado en cuartos de final donde se medirá con Daniil Medvedev. El ruso se deshizo de Fognini y durante su partido tuvo una charla con el juez de silla Carlos Ramos muy reveladora sobre cómo se está desarrollando el torneo. Ramos, preocupado por el estado de salud que transmitía Daniil a eso de las doce de la mañana, preguntó al ruso si podía continuar. La respuesta no tuvo desperdicio: «Puedo terminar el partido, pero puedo morir. Si muero, ¿vas a ser tú el responsable?». Con más de 30 grados en la pista, una humedad en torno al 70 por ciento y una sensación térmica de 40 grados, el ruso detalló sus sensaciones tras la victoria: «Veía oscuro y no sabía qué hacer para sentirme mejor. Estaba preparado para caerme en la pista». Sobrevivió y se medirá hoy con el español en el segundo turno, en torno a las cinco de la tarde en Tokio. En su parte del cuadro, el otro cruce de cuartos medirá al ruso Karen Khachanov con el francés Ugo Umbert. Por la parte alta, Djokovic, que se deshizo de Davidovich, se medirá con Nishikori y el alemán Zverev, al francés Chardy.
Las condiciones climatológicas extremas han provocado que la Federación Internacional de Tenis haya aprobado el cambio de horarios a partir de hoy, en el quinto día del torneo. Los partidos se desarrollarán a partir de las 15:00 en Tokio. La mejora no parece excesiva y así lo advirtió Davidovich después de perder (6-3 y 6-1) ante el número uno del mundo. «No me quiero imaginar lo que puede ser jugar a las tres de la tarde», expresó el español después de caer en la sesión matinal y haber tenido unos horarios relativamente amables en las primeras rondas. «En interés de la salud y el bienestar de los jugadores, y después de extensas consultas, la ITF ha anunciado un cambio de horario debido al calor y la humedad crecientes en Tokio», se aseguraba en un comunicado. «La decisión se ha tomado de acuerdo con el COI, el Comité Organizador y los operadores olímpicos, así como con jugadores, árbitros y expertos médicos», afirma la ITF. Eso sí han sido necesarios desmayos, protestas, denuncias, deshidrataciones... y que Novak Djokovic llamara la atención sobre un problema evidente desde la primera jornada.
Una de las afectadas ha sido Paula Badosa que tuvo que abandonar su partido de cuartos contra la checa Marketa Vondrousova por un golpe de calor después de perder el primer set. Al acabar la primera manga, mientras descansaba en la silla en el cambio de pista, Badosa se sintió indispuesta y pidió asistencia médica. Varios voluntarios le pusieron las tradicionales bolsas de hielo en el cuello, pero Badosa, con la cabeza apoyada en las manos, no logró reponerse y decidió abandonar. Minutos después salía de la cancha en silla de ruedas y con una toalla sobre la cabeza en una imagen impactante. «Siento mucho haber tenido que terminar el torneo así. Eran mis primeros Juegos con España y tenía una gran ilusión representando a mi país», tuiteó la jugadora nacida en Nueva York y que está en la mejor temporada de su carrera. Su retirada la dejó a ella y a Carreño también sin opciones en el dobles mixto.
Garbiñe, que también se despidió del torneo, denunció que «no hay necesidad de meternos a jugar con 37 grados». La kazaja Elena Rybakina y el cansancio fueron demasiado para la doble ganadora de Grand Slam que cayó 7-5 y 6-1. Después de la derrota, Garbiñe ofreció alternativas: «Se podría jugar de noche o repartir los dos cuadros a lo largo de las dos semanas de Juegos para no jugar en las horas centrales del día».
El argentino Diego Schwartzman, otro de los que ya no sigue en el cuadro, fue muy explícito. «Fue una batalla para ver quién era capaz de resistir más. Después de 10 ó 12 golpes de fondo éramos como The Walking Dead», comentó muy graficamente el argentino. «Es una locura que nos manden a jugar a las 12 del mediodía con más de 40 grados de calor. Que tres personas que están bajo un aire acondicionado decidan que tenemos que jugar así es una locura. Están sentados en los sillones y después vienen cuando terminan los partidos con gafas de sol», denunció.
Carreño, el superviviente español, fue uno de los diplomáticos sobre las condiciones en el centro Ariake: «Estoy hecho polvo, me cuesta pensar. Sabíamos que las condiciones iban a ser duras, pero que lo sepamos no quiere decir que no suframos». Hoy seguirá sufriendo para entrar en la lucha por las medallas.