Día internacional del judo

Javier Linger y la clave para ser la mejor escuela de judo en España desde que los niños tienen tres años

El campeón de España de veteranos y profesor de la escuela reconocida por la Real Federación Española de Judo como la mejor de 2023 da pistas sobre su método de enseñanza

La Real Federación Española de Judo considera a la escuela de Javier Linger como la mejor de España. En 2023 recibió tres reconocimientos: mejor escuela de judo del curso, club con más licencias federativas y premio al club impulsor del campeonato de Katas infantil. Linger entró al mundo del judo a los cuatro años y con más de 30 años de experiencia impartiendo clases habla sobre la importancia de este deporte. "El judo es mi vida, porque me ha inculcado muchos valores que hoy en día me han ayudado a ser la persona que soy y el maestro que soy en las clases. Me ha ayudado a superar muchas adversidades que muchas veces creía que a lo mejor no podría superar, pero gracias al esfuerzo al sacrificio y a todos los valores que me han inculcado, he conseguido sacarlos adelante", comenta Linger, que sufrió una importante lesión en su carrera, una rotura de ligamento cruzado en un entrenamiento y que lo dejó fuera del Campeonato de España.

Javier Linger, entrenador
Javier Linger, entrenadorLa Razón

Para Linger, hay varios aspectos en los que su escuela se diferencia de las demás: “Tenemos niños desde los tres años y lo llevamos a la etapa adulta formando siempre con un programa de multiniveles para que esté apropiado a las edades de los niños. Nuestro programa de enseñanza está hecho por psicólogos y pedagogos. Es lo que hace la diferencia del resto de escuelas que siguen una metodología diferente".

Javier Linger comenzó a dar clases a los 16 años. "Siempre me ha gustado desde pequeño estar con niños y siempre he estado con mi profesora ayudándole a dar clases. Eso me animó a poder empezar en este deporte a inculcar a los niños los valores del judo", relata. "Me dedico encuerpo y alma a mi escuela durante 24 horas al día. Estoy pendiente de cada detalle que afecta a nuestros alumnos, en cuestión, por ejemplo, de los kimonos o de enseñarles un buen programa específico por edades y, sobre todo, estar atento a todas las categorías".

Javier Linger con sus alumnos
Javier Linger con sus alumnosLa Razón

La escuela cuenta con 850 alumnos, entre ellos Carla Vico Rodríguez, Saul Noel Thaureaux Villoria y Jorge González Roldán, los tres campeones de Madrid. "Me siento muy afortunado de poder tener estos alumnos y sobre todo de presumir que han sido alumnos míos desde los tres años. Todas mis enseñanzas, todo lo que les hemos enseñado en la escuela lo ponen ahora en práctica y llegan estos resultados", asegura.

Linger busca evolucionar para poder estar bien formado para sus alumnos, con sus mentores Rafael Ortega y su mujer, que han estado con él desde pequeño. La finalidad de todo es "que sean el día de mañana, chavales de provecho, que tengan unos buenos estudios y sobre todo inculcarles el respeto, el esfuerzo y el sacrificio. Todos esos valores los engloba el judo".

Escuela Javier Linger
Escuela Javier LingerLa Razón

En la escuela de Javier Linger, también buscan compartir el proceso de los alumnos con sus padres. Por eso nació Judolandia. "Es una fiesta que siempre hacemos en Navidades que es donde vienen todos los papás a ver a sus hijos practicar judo en nuestra escuela. Tenemos muy marcadas tres exhibiciones porque en Semana Santa está el Kangeiko y en junio tenemos el Festival de Ajalvir. Todos ellos son una temática diferente sobre todo para que los niños estén motivados a la hora de trabajar en sus clases y así para que todas nuestras familias puedan comprobar cómo trabajan sus hijos y puedan ver a sus profesores cómo se dedican a los alumnos", comenta Linger. Y apunta lo más complicado de enseñar judo: "Entrar en la cabeza de los alumnos para que hagan las cosas que nosotros les enseñamos es lo más díficil. Tratamos de seguir formando alumnos aportando nuestro granito de arena a la educación y en la formación de las personas". Y lo mejor de enseñar es "estar con mis alumnos porque es mi segunda familia. Me siento súper afortunado de criar un niño desde los tres años hasta la etapa adulta y verle crecer. Muchos alumnos ya adultos me traen a sus hijos a seguir practicando y a seguir educándoles con el judo".