Ni Messi, ni Suárez. Ayer el crack fue Luis Enrique. Él ganó el partido y volvió a demostrar que sigue siendo el mejor entrenador posible para este equipo. Con el técnico asturiano nadie se relaja, ha conseguido encontrar el punto justo de las rotaciones, ha entendido que los tres de arriba son intocables y ahora gestiona el grupo a la perfección. Ante el Levante ha sido el mejor ejemplo de que Luis Enrique es el entrenador ideal, el que marca la diferencia en días en los que no sale nada.

Tiene su propio estilo, no se casa con nadie y su relación con la prensa está cargada de tensión, pero ha logrado adaptarse al club y que en el club también le entiendan. Ahora, con Lucho al mando, el Barça ha tomado velocidad de crucero.

Cifras de escándalo

Los números de Luis Enrique son para asustarse. Con este entrenador, el Barça ya lleva cinco de seis títulos posibles. Clasificado –virtualmente– para una nueva final de Copa, líder en la Liga y en octavos de la Champions. Con el Barça gana ocho de cada 10 partidos, o lo que es lo mismo, 80 de los 100 encuentros en los que se ha sentado en el banquillo han acabado con victoria. Sólo nueve derrotas de cien encuentros. Son registros que le sitúan a la altura del mejor técnico de la historia del club.

Como Guardiola

De entrada, si no pierde en Valencia ya superará a Guardiola en la racha de 28 partidos invicto. Algunos ya consideran que puede ser mejor que Pep. Es complicado, ya que el gran mérito del actual entrenador del Bayern fue ganar tanto en las cuatro temporadas que estuvo en la Ciudad Condal. La realidad es que parecía que tras su marcha nada sería igual y en cambio hoy los culés están encantados con Luis Enrique, quien sigue haciendo historia y rompiendo todos los registros. Pero él no cambia su discurso: «A ver si llego a los 150 partidos». ¡Qué bueno que viniste, Lucho!