Revés judicial para Dani Alves: Joana Sanz podría cambiar su declaración sobre el alcohol

El futbolista Dani Alves se sentaba ayer en el banquillo acusado de presuntamente agredir sexualmente a una chica en un la discoteca Sutton, una vista que ha arrancado justo cuando se cumple un año y 15 días de su entrada en prisión provisional. El juicio se alargará hasta el miércoles y la acusación particular que ejerce la denunciante reclama una sentencia que lo condene a 12 años de prisión, mientras que la Fiscalía ha exigido una pena de nueve años de cárcel.

Un juicio en el que su esposa Joana Sanz parecía haberse convertido en una de las principales bazas de sus defensa. La noticia de que declararía en el juicio se produjo justo después de un último movimiento que impactó a sus seguidores. Se espera que declaren un total de 28 testigos, incluyendo al propio Alves y la esperada declaración de Joana Sanz, así como a peritos que explicarán los informes médicos de la víctima y los daños que sufrió. También se visionarán imágenes captadas en la puerta de la discoteca y por agentes de los Mossos d'Esquadra que acudieron a atender a la mujer.

El brasileño afronta este juicio con los únicos apoyos que le quedan: su madre, su amigo Neymar jr. -que le ha brindado ayuda económica y asesoría legal- y su todavía mujer Joana Sanz, que lo ha visitado varias veces en prisión. Pero el apoyo de la canaria podría complicarse.

"Utilizada por Alves"

Según ha adelantado Laura Fa en Espejo Público', la mujer no sigue el caso por la televisión este lunes, pero está en contacto directo con una persona que se encuentra en el interior de la Audiencia.

Además, la periodista ha afirmado que su declaración podría variar y que a día de hoy no tiene ningún tipo de relación sentimental con el brasileño: "Joana Sanz se siente utilizada por Alves, no sabe si testificará a favor de él en el juicio".

Si este giro se confirmase sería un contratiempo para la última versión de Dani Alves con el alcohol como atenuante. De hecho , su abogada ya ha recurrido a este argumento en la primera sesión del juicio. Ines Guardiola denuncia que se violaron sus "derechos de defensa" y señala que que si se le hubiera informado de la denuncia desde un principio se le podía haber practicado una prueba de alcoholemia.

Para apuntalar esta estrategia su defensa presentará los tickets de consumición y las llamadas que realizó a su esposa Joana Sanz - que será llamada a declarar- asegurando que estaba borracho. Este argumento deberá ser ratificado por la modelo pero un cambio en su declaración supondría una auténtica traición que darí al traste con una de las mejores bazas del brasileño.