Getafe, 0-Sevilla, 1. Sergio Ramos y Nyland le dan de su medicina a Bordalás

La victoria en la víspera del Cádiz llenaba de angustia al Sevilla, a sólo tres puntos de los puestos de descenso, en las horas previas a su partido en el Coliseum, el campo en el que esta temporada sólo habían ganado el Real Madrid y... el equipo de Quique Flores en los octavos de la Copa del Rey. Pues repitieron la gesta los nervionenses, que le dieron al Getafe, para sumar tres puntos que casi valen una permanencia, varias cucharadas de Jarabe Bordalás: gol tempranero, defensa a ultranza y toneladas de ese «otro fútbol» que magistralmente practica el equipo azulón.

Como en el duelo de finales de enero, Sergio Ramos adelantó a los sevillistas al aprovechar un córner mal defendido por los locales, con pifia de Ilaix en el salto y marca laxa de Alderete, que marcaba al alimón con el camero. El partido habría transcurrido plácido para los colorados de no entrar, durante un cuarto de hora, en una fase de enajenación mental transitoria en la que Badé, Kike Salas y un resbalón de Nyland pusieron de gol con fallos lamentables a Yellu, Maksimovic y Greenwood, a los que desesperaron las paradas del portero noruego.

En la segunda parte, no ocurrió casi nada. Para solaz de un Sevilla que defendió con más solvencia y se volvió a encomendar a Nyland en las dos ocasiones que concedió, un mano a mano con Mata en el que aguantó firme como varal de paso de palio y un tiro de Luis Milla, insidioso por su bote sobre la húmeda hierba, que palmeó hacia la banda con los dos antebrazos, cual líbero de voleibol.