Fútbol
¿Es rentable organizar un Mundial? Esto es lo que le costará a España y los empleos que generaría
El Gobierno estima que se invertirán 1.430 millones de euros, lo que situaría el coste total en la franja baja de eventos similares.
A pesar del delicado momento que atraviesa el fútbol español señalado por el "caso Negreira" y el terremoto provocado en la RFEF por el inadecuado beso de Luis Rubiales a Jenni Hermoso, la diplomacia ha dado sus frutos. La FIFA concedió ayer la organización del Mundial 2030 a la candidatura formada por España, Portugal y Marruecos, a excepción de tres encuentros que serán celebrados en Uruguay, Argentina y Paraguay. Esta decisión fue avalada por el Consejo y el anuncio realizado por el presidente Infantino tendrá que ser refrendado en una votación que se celebrará en el congreso ordinario de FIFA del próximo año.
El Gobierno ya ofreció una estimación estimación acerca del impacto económico de un eventual Mundial conjunto entre España, Portugal y Ucrania en el 2030, en el que se requerirían unas inversiones y gastos de 1.430 millones de euros, lo que situaría el coste total en la franja baja de eventos similares.
El Consejo de Ministros celebrado en diciembre aprobó una subvención de 7,5 millones de euros para poner en marcha la candidatura ibérica al mundial, sin ofrecer detalles económicos. Ayer publicó en el BOE el real decreto en el que recoge la ayuda a la Real Federación Española de Fútbol y en el que, ahora sí, justifica su concesión con una exposición de motivos con datos económicos acerca del proyecto.
82.513 empleos
En cuanto a lo que repercutirá el Mundial para España, las autoridades estiman que el torneo genere un volumen de negocio de unos 5.120 millones de euros y unos 82.513 empleos, además de un importante impacto positivo para la marca España. Por cada millón de euros de coste en inversión y en organización de la Copa del Mundo se crearán, según dice, 78 empleos en España. En Portugal habría 26.000 empleos adicionales y otros 1.000 millones en términos de PIB.
750 millones en inversiones y 683 millones, en gastos de organización
El coste total del evento se desglosa a razón de 750 millones de euros en inversiones globales en infraestructuras y en 683,2 millones en gastos de organización. "España cuenta con multitud de estadios compatibles con los estándares de la FIFA, pudiendo focalizar los esfuerzos en la infraestructura que se necesita para la organización del evento que no necesariamente es la deportiva", asegura el ejecutivo.
Si se compara con otros, el importe manejado situaría el Mundial de España, Portugal y Ucrania entre los baratos. Esta inversión estimada por el ejecutivo español es muy inferior al gasto que ha supuesto para Qatar organizar el pasado Mundial. Dicho emirato invirtió 200.000 millones de dólares en lo que ha sido el Mundial más caro de la historia, mientras que Brasil gastó 15.000 millones en la edición de 2014.
¿Es rentable organizar un Mundial?
Las razones principales para organizar el principal torneo internacional del fútbol masculino son diversas, y generalmente van desde generar millonarios ingresos a ganar prestigio mundial. Alemania, Sudáfrica, Brasil y Rusia fueron los anfitriones de las últimas cuatro ediciones. Estas citas demostraron que organizar este torneo mundial no es tan fácil ni tan inmediatamente rentable para todos los países, y que los gastos y ganancias dependen de las exigencias de la Federación Internacional de Fútbol (FIFA) para ese año, del estado de la infraestructura del país sede, de su imagen en el exterior, su ubicación y de los turistas que logre atraer.
Aunque es bien sabido que un Mundial requiere una alta inyección de dinero, los requerimientos de la FIFA cada vez son más rigurosos, por lo que en cada torneo aumenta la presión para contar con nueva infraestructura o realizar mejoras. De los últimos cuatro mundiales, tanto el de Brasil como el de Sudáfrica registraron pérdidas significativas. Mientras que Alemania y Rusia si rentabilizaron su inversión.
Los expertos recomiendan a los potenciales anfitriones de megaeventos como un Mundial o unos Juegos Olímpicos que «reutilicen las infraestructuras existentes en la mayor medida posible», y que presionen a la FIFA o al Comité Olímpico Internacional (COI) para conseguir «una distribución más equitativa de los ingresos y los riesgos» para, en definitiva, no salir perdiendo con la organización.
La candidatura ibérica tiene precedentes en los que inspirarse. Las Olimpiadas de 1984 en Los Ángeles, los Juegos de Invierno de 2010 en Vancouver o la Copa del Mundo de 2018 tuvieron gastos inferiores a la media, demostrando que es posible celebrar un evento de esta naturaleza y acabar con superávit en las cuentas.
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