Historia
El enigma del coronel Antonio Ortega, el presidente comunista del Real Madrid
Su nombre no aparece en el listado del presidentes del club, pero dirigió la casa blanca entre 1937 y 1938
El fútbol siempre ha sido un escenario ideal para que los diferentes sistemas políticos y un hábil instrumento de propaganda. Así paso con la instauración de la II República en 1931 cuando muchos clubs pierden el calificativo de “Real” en su nombre y desaparece la corona real de sus escudos y eso fue también lo que hizo Franco ante la relevancia adquirida por el deporte rey en nuestro país. Con la llegada del franquismo no solo se cambiaron los nombres de los clubes o sus escudos, sino que se trató de borrar de un plumazo a cualquier personaje futbolístico vinculado a la República. Así ocurrió con Perico Escobal, capitán del Real Madrid en los años 20 y jugador de la Selección en los Juegos Olímpicos de París 1924 que murió olvidado en 2002 en su casa del exilio en Nueva York y también, con el coronel Antonio Ortega Gutiérrez.
Un nombre “borrado” de la historia blanca
Si consultamos en la web del Real Madrid la historia del club y el listado de presidentes que han estado al frente de la casa blanca, su nombre no aparece, pasando directamente de Rafael Sánchez Guerra (1935-1936) a Adolfo Meléndez que tomaría las riendas del club en 1939. Sin embargo, nada se indica del período de 1937 a 1938 en el que Antonio Ortega presidió una de las instituciones deportivas más grandes del mundo. Algunos historiadores aseguran que no es un olvido intencionado y que su ausencia obedece a que no fue un presidente electo.
El Real Madrid editó un libro con motivo de su centenario en el que apena se dedicaban unas líneas al período de la Guerra Civil. “Poco después, la Guerra Civil llenó de sangre el país. La vida del club se detuvo. Algunos buenos madridistas guardaron el tesoro que representan la documentación y reliquias del club. Mientras, en su campo de juego se celebran partidos de fútbol y festivales gimnásticos, casi a diario, organizados por las fuerzas militares”, se puede leer en el libro en el que tampoco se hace referencia a Ortega.
Presidente interino del Real Madrid
Antonio Ortega Gutiérrez (Rabé de las Calzadas, 17 de enero de 1888 - Alicante, 15 de julio de 1939) fue un militar español que participó en la guerra civil española. Fue gobernador civil de Guipúzcoa y durante una parte de la contienda ascendió al rango de coronel, mandando varias unidades del Ejército Popular de la República. Asumió el cargo de director general de seguridad con el gobierno de Negrín, un nombramiento impuesto por el Partido Comunista en el que Ortega acaba de ingresar, y fue presidente interino del Madrid Foot-Ball Club -nombre que recibió el Real Madrid en la época republicana-, antes de ser ejecutado en verano de 1939 en el castillo alicantino de Santa Bárbara.
Sin embargo, su presidencia interina quedó totalmente en el olvido, hasta ser rescatada en 2017 por la revista Sapiens, que publicaba una extensa investigación del periodista y productor televisivo Frederic Porta y el historiador Ramon Usall. En el reportaje se encargaron de glosar la figura de Ortega y establecer un paralelismo con otro presidente de un club deportivo ejecutado por el franquismo, el azulgrana Josep Suñol i Garriga.
Antonio Ortega fue el décimo Presidente en la Historia del club merengue, que por entonces apenas había ganado dos ligas -en 1932 y 1933-, aparte la Copa de España de 1936. Sucedió en el cargo a Rafael Sánchez-Guerra de forma interina y, pese a que por aquel entonces la competición estaba suspendida por la guerra, destacó al frente del club merengue por organizar diferentes actividades sociales o concursos deportivos para mantener viva la entidad. El Madrid F.C. organizó bajo su mando el campeonato “Trofeo del Ejército del Centro”.
El sueño de un gran Bernabéu
Según cuentan los autores Porta y Usall en la investigación publicada en la revista Sàpiens , Ortega tenía una visión “romántica del deporte” y siempre estuvo en contra de su mercantilización. Fue un defensor, como el azulgrana Joan Gamper unos años antes, de un deporte que no fuera profesional, alejado del dinero, y afirmaba que no se haría " negocio con los fichajes” para defender la pureza del deporte.
Ortega lideró la defensa de Madrid en la zona universitaria durante la guerra, compaginándolo con la presidencia de un equipo para el que soñaba con construir el estadio más impresionante de España, una idea que Santiago Bernabéu llevaría a la práctica años después. Incluso, según se recoge en la publicación, sus hijas hicieron el saque de honor en más de un partido.
Muerte por garrote vil
Hasta la investigación publicada por Porta y Usall, se pensaba que Ortega se habría exiliado como muchos otros al final de la guerra, pero los autores descubrieron un final muy diferente. Capturado por las tropas franquistas en Alicante fue trasladado al campo de concentración de Los Almendros. De allí pasó al de Albatera y, finalmente, al castillo de Santa Bárbara, donde fueron confinados los militares republicanos de carrera. El 15 de julio de 1939, después de un juicio sumarísimo, fue condenado a la pena capital mediante el sistema del garrote vil. Tenía 51 años.
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