Barcelona
Puyol cierra el círculo
Se llama Carles Puyol Saforcada y es un hombre feliz. Tiene ya 35 años y las ha visto de todos los colores en el mundo del fútbol, pero pocas veces ha disfrutado con sensaciones como las que tuvo el sábado en El Sadar. Llevaba 221 días o, lo que es lo mismo, casi siete meses y medio sin jugar. El capitán del Barça no veía luz al final del túnel y llegó a plantearse su futuro seriamente, informando al club que si no se recuperaba renunciaría a la renovación que pocos meses antes había firmado. Pero el trabajo duro, una actitud encomiable, el apoyo de su familia y el plus de la futura paternidad obraron el milagro. Puyol vuelve a gozar del fútbol como si fuera un niño de doce años.
El encuentro ante Osasuna (0-0) supuso el fin a una histórica racha del Barcelona en Liga, pero confirmó que el capitán puede ser el «fichaje» que ha reclamado Gerardo Martino desde su llegada. A pesar de su prolongada ausencia, Puyol no dio ninguna muestra de su inactividad durante la velada y fue uno de los mejores de su equipo. Ganó todos los duelos individuales que tuvo que afrontar y ningún delantero «rojillo» le ganó la partida ni una sola vez. Actuando por la parte izquierda del centro de la zaga, el de La Pobla volvió a ser un baluarte para la defensa del Barcelona y apenas falló dos de los 64 pases que intentó. Toda una garantía para sus compañeros de cara al calendario de locos que deben afrontar en los próximos días.
Con Puyol plenamente recuperado, Martino dispondrá de más margen de maniobra para que sus centrales puedan ir descansando. Hasta ahora, la ausencia del lesionado Mascherano la había suplido Marc Bartra con un currículo intachable, pero la sensación es que el canterano, inédito hasta la lesión de su compañero, ha sido el último recurso para el Tata. Ahora, con Puyol, las combinaciones se multiplican.
Antes de pisar el césped de El Sadar, el capitán azulgrana no disputaba minutos oficiales desde el 12 de marzo, en un encuentro de Liga de Campeones ante el Milan en el Camp Nou. Una remontada histórica, que acabó siendo agridulce para él, que pasaba por el quirófano pocos días más tarde. Mañana, el Barcelona visitará San Siro para volver a enfrentarse al conjunto rojinegro, esta vez en un encuentro con mucha menos carga emocional, pero también importante. Será la mejor manera de que Puyol cierre su círculo particular y aparque definitivamente la pesadilla que ha vivido en los últimos meses. Y no hay mejor rival para hacerlo que el club milanés, que goza de la admiración del central azulgrana desde tiempos ancestrales. El único equipo por el que hubiera fichado en caso de abandonar Barcelona.
El avión que transportará a la expedición azulgrana hasta la capital lombarda estará más lleno que nunca, ya que Martino decidió ayer, tras el entrenamiento, que sean 22 jugadores los que se desplacen. Isaac Cuenca será el único futbolista del primer equipo que está disponible que se quede en Barcelona. Lo hará junto a los dos lesionados de la plantilla: Afellay y Jordi Alba. El resto, incluido Carles Puyol, entraron en la convocatoria y esta tarde, a partir de las siete de la tarde, se entrenarán sobre el césped de San Siro. Para Puyol, seguro que será más especial que nunca.