Eran los cuartos de final del Mundial, con Argentina y Países Bajos que tenían cuentas pendientes, y todo se calentó. Además, porque el encuentro llegó a la tanda de penaltis, donde Dibu Martínez, un portero con fama de parar penaltis, cumplió con su leyenda. Después trascendió esta imagen de Leo Messi antes de una entrevista:

“¿Qué mirás, bobo; qué mirás, bobo? Andá para allá”, dice Leo a alguien en la distancia. Ricardo Rosety, periodista de Movistar, presenció lo sucedido y explicó lo que había interpretado: las palabras iban dirigidas a Werhorst, autor de los dos goles con los que Países Bajos igualó el 0-2 y soñó con la clasificación. El “10″ de la Albiceleste explicó después que le había estado “cargando” durante todo el encuentro. Pero en ese momento, el futbolista neerlandés iba en son de paz. Al parecer, estaba esperando para saludarlo y pedirle la camiseta. Fue el único que se quedó en el túnel de vestuarios y cuando llegó el grueso de la expedición argentina le pidieron explicaciones y se arremolinaron a su alrededor. Werhorst insistió en que no quería más jaleo, se quedó ahí y finalmente habló con Messi y todo quedó en nada, aunque tampoco se entendieron por la dificultad del idioma.

Fue un capítulo más de un partido con varios. Por ejemplo, el de la pena máxima del encuentro, cuando Noppert, el guardameta neerlandés que hace sólo dos años estaba en el paro, se acerca a decir algo a Messi al oído, a desconcentrarlo. Entonces llega Paredes para defender a su capitán y se arma un pequeño lío. Aunque no tanto como el de después, ya con 2-1, cuando Paredes lanza un pelotazo al banquillo de Países Bajos, llega Van Dijk y empuja al centrocampista suramericano, y después el capitán neerlandés separa a Messi y ya todo es un lío.

Tampoco fue elegante la celebración de la victoria de Argentina. Después de que Lautaro Martínez marca el penalti definitivo, muchos de sus compañeros van a celebrarlo con él, pero en el camino varios de ellos se giran de mala manera en dirección a sus rivales, que están hundidos. Y curiosa fue la celebración del gol de Messi, que imitó a Topo Gigio. Hizo el mismo festejo que Riquelme y ya se sabe que en su época en el Barcelona Riquelme y Louis Van Gaal, el ahora seleccionador de Países Bajos, tuvieron una relación muy tormentosa. También antes del partido de cuartos Van Gaal dijo que Messi era el mejor con el balón, pero también una opción para los suyos porque sin la pelota no defendía.