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Hortaleza

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Un monolito en forma de balón a escasos metros del número 9 de la calle Mar Cantábrico, donde nació y vivió el que fuera jugador del Atlético de Madrid y entrenador de la selección española de fútbol Luis Aragonés, recordará desde este viernes al que se le conoció por el sobrenombre de 'El sabio de Hortaleza', que se caracterizó por su "carácter castizo y por el talento de los grandes".

Así lo ha definido la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, que ha asistido a la inauguración del monolito con el que el distrito de Hortaleza, antes pueblo, quiere recordar a uno de sus más ilustres vecinos, fallecido el pasado 1 de febrero.

El monumento le define como "un mito en el fútbol"y así lo sienten los más dos centenares de vecinos que se han acercado al acto para acompañar a su viuda, Pepa, y a sus cuatro hijos, Luis, Rocío, Yolanda y Marta. También han asistido el presidente del Atlético de Madrid, Enrique Cerezo; el madridista Emilio Butragueño; el portavoz socialista en el Ayuntamiento de Madrid y exsecretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky; los concejales Milagros Hernández (IU) y Mariano Palacios (UPyD) y el portavoz del PP en la Asamblea de Madrid, Iñigo Henríquez de Luna.

Botella ha definido a Luis Aragonés como "el fútbol hecho persona", "un motivador nato", "héroe para la familia rojiblanca", "gran maestro"y "persona excepcional", motivos por los que cree que la imagen de este hortalino, genticilio casi en desuso que ha empleado para referirse al seleccionador, debería aparecer en el diccionario "al lado de la palabra fútbol". La alcaldesa se ha atrevido incluso a definir su forma de trabajar en el campo, donde destacaba su "estilo, belleza, efectividad y desmarque".

El "mito del fútbol", como se lee en el monolito, ya tiene otros reconocimientos en la ciudad, como un centro deportivo municipal con su nombre desde 2003 en el distrito de Hortaleza y la avenida que da acceso al nuevo estadio del Atlético de Madrid. En este punto, la alcaldesa ha recordado que el callejero madrileño ya cuenta con otro miembro más de la familia Aragonés: en 1952 el Ayuntamiento dio el nombre del padre del jugador, Hipólito Aragón, a una calle y a petición de los vecinos por ser "benefactor de las personas que sufrieron la Guerra Civil".

Enrique Cerezo, por su parte, ha destacado que "llena de emoción"que el recuerdo de Luis Aragonés "perdure en la memoria". De él ha destacado que fue un jugador "emblemático"y un entrenador "carismático"remarcando que donde "siempre le gustó estar y donde se encontraba verdaderamente a gusto"era en el Atlético de Madrid. "Además de en la selección", ha apostillado. Cerezo no ha querido marcharse sin subrayar que Aragonés fue un "luchador"en todos los aspectos de su vida.