Fútbol
Girona - Real Madrid (0-3): El líder se pone muy serio
Contundente victoria del equipo del Real Madrid en Girona. Muy efectivo en la portería contrario y con mucha confianza durante casi todo el encuentro. Camavinga fue titular. Se pone líder de LaLiga
Pudo ser un desastre. Un partido que empieza con un rival entusiasmado, empujado por su público y atacando sin descanso. Un remate que se va alto por poco, otro remate que acaba en el palo . Un entrenador, Ancelotti, indignado con uno de sus futbolistas, que masculla: «No entendía una mierda», después de haberle dado una instrucción. Y, además, el recuerdo de la última vez que el Real Madrid estuvo en Girona, los cuatro goles en contra... Fueron cuatro minutos que pudieron ser un desastre.
Carlo Ancelotti, además, había inventado. Bueno, no había inventado, había vuelto a lo viejo conocido, a Camavinga de lateral izquierdo, ese parche que usó el año pasado y que tan bien le funcionó. Todos los ataques del Girona empezaban por ese lado, con Camavinga superado. Hay un debate en el club acerca de si en la banda se pierde su proyección como futbolista. Ancelotti contaba en Girona con Mendy y Fran García y dejó a ambos en el banquillo para jugar con Camavinga. Así le cabe Kroos en el centro del campo y en ataque, el francés le hace función de centrocampista. La teoría, bien. Los primeros cuatro minutos casi la tiran al cubo de las ideas que hay que olvidar.
Pudo ser un desastre cuatro minutos. Y fue uno de los encuentros más sólidos del Real Madrid esta temporada. El fútbol es así. Cuando más peligroso parecía para el equipo de Ancelotti mejor resultado obtuvo. Ganó con autoridad frente a uno de los rivales mejores preparados de LaLiga y ganó con solvencia, sin más dudas que esos cuatro minutos, aprovechando después sus ocasiones y manejando más tarde el ritmo del partido con la seguridad de los equipos que saben lo que hacen. En la segunda parte, el Girona empezó igual y otra vez el Madrid manejó la situación. También es verdad que ya llevaba dos goles a favor.
Como contra Las Palmas, el fútbol del Madrid demostró que un delantero centro arregla muchas cosas. Y más uno como Joselu, en racha, que marca cada vez que es titular. En el partido anterior, el nueve, que es el 14 del Madrid, se desesperó porque todo lo que remataba rebotaba en el muro del portero rival. En Girona, su primer remate, chocó en el portero y se fue adentro. Era el primer remate dle Madrid Así viven los delanteros centros. El remate de Joselu fue de cazarla, el pase de Bellingham fue de delineante: con el exterior, por delante de los defensas y con curva, para que llegue con ventaja al delantero que llega por el segundo palo. Fue un pase a lo Modric.
El croata estaba en el banquillo. Le guste o no, va a pasar más tiempo ahí que en el campo. No es el caso de Kroos. A pesar de que los emparejamos como si su situación fuese la misma, el alemán va a ser más importante. Porque su presencia en el campo da sentido al Real Madrid y porque cada vez hace mejor pareja con Tchouameni. El francés es uno de los futbolistas con más minutos esta temporada y eso empieza a tener sentido. Cada vez juega mejor y cada ve lo entiende mejor. Fue él quien se llevó la bronca inicial de un desesperado Ancelotti. Aunque se equivocaba el italiano. Sí la entendió. Fue Tchouameni quien marcó el segundo tanto del Real Madrid en un saque de esquina que volvió a dejar en mal lugar a Blind, como central.
El Girona lo intentó, pero su mejor remate en la segunda parte, lo rechazó un paradón de Kepa. El Madrid ya se había parado un poco porque Vini se paró un poco, tras mostrar que su presencia es innegociable. El equipo de Ancelotti se replegó, sin problemas, muy seguro, para esperar sus ocasiones a la contra. Tenía que marcar su tanto Bellingham. Y lo hizo. Luego la entrada de Nacho emborronó la actuación del Madrid. Fue expulsado por una patada sin sentido.
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