Las últimas horas del mercado de fichajes siempre son así de locas. Movimientos que se venían fraguando a fuego lento, otros inesperados y algunos directamente de emergencia ante las urgencias que destapa la propia competición. Una de esas operaciones ha sido la venta de Nico González, jugador del Oporto, al Manchester City de Guardiola.

Pero hay una tercera parte que también se ha llevado una alegría en esta tarde final de ventana de invierno: el Barça. El club blaugrana lo vendió al Oporto por un importe cercano a los 8,5 millones de euros, con el compromiso de que un porcentaje de la siguiente venta se quedaría en la Ciudad Condal.

Según apuntan varios medios desde Barcelona, la cantidad que percibiría el Barça rondará los 25 millones de euros, una vez el Manchester City deposite los 60 de la cláusula de rescisión. Un dinero del que, además, la entidad que preside Joan Laporta podría disponer al completo para acudir al mercado, pues ya está en la ley 1:1.

Así, el Barça ve venir un inesperado aumento de los ingresos en estas horas finales de ventana de traspasos en las que todavía podría hacer algún movimiento antes del cierre definitivo.