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Oporto

El técnico que llegó con el pie izquierdo y se va en soledad

Víctor Fernández ha sido destituido tras el empate ante el colista larazon

Víctor Fernández, destituido este miércoles como entrenador del Deportivo, cerró en el club gallego una etapa que abrió en julio con pie izquierdo y de la que se despidió en soledad tras un empate ante el colista (1-1) y minutos antes de recibir la confirmación oficial de su despido.

El preparador aragonés llegó al Deportivo el 10 de julio horas después de que el club destituyera por sorpresa, a unos días de iniciar la pretemporada, a Fernando Vázquez, el técnico que había ascendido al equipo y que se había ganado el respeto y el cariño de buena parte de la afición, aunque también había quienes discrepaban de su estilo de juego.

Unas polémicas declaraciones de Fernando Vázquez sobre la política de fichajes del club fueron la gota que colmó el vaso de la paciencia del consejo de administración que preside Tino Fernández, y que confió el equipo en Víctor Fernández, quien había entrenado al Zaragoza, en dos etapas, Tenerife, Celta, Betis, Oporto y Gent belga.

El técnico cumplía el perfil que había adelantado el presidente ya que contaba con experiencia en Primera (era el que más partidos había dirigido en la categoría de los técnicos en activo) y había ganado la Copa con el Zaragoza en 1994, la Recopa de Europa en 1995, la Supercopa de Portugal con el Oporto en 2004 y también la Copa Intercontinental con el conjunto luso.

En su presentación, Víctor anunció que pretendía "reconstruir"al Deportivo y defender un "fútbol que logre emocionar a la gente"para "conseguir que el deportivismo"fuera "feliz".

Su pasado en el Celta de Vigo, máximo rival regional del Deportivo, no tenía por qué ser un problema, porque anteriores técnicos blanquiazules como Javier Irureta, Miguel Ángel Lotina o el propio Fernando Vázquez habían pasado por Balaídos antes de llegar a Riazor.

"No creo que se me juzgue por mi pasado, lucharé por ganarme una porción del corazón del deportivismo", indicó en julio el técnico zaragozano, que no consiguió su propósito.

Se encontró la oposición de una parte de la afición, la que quería a Fernando Vázquez y la que mostraba más afecto al anterior presidente del Deportivo, Augusto César Lendoiro, que a Tino Fernández, y un equipo que acabó reforzándose con plan de emergencia y a última hora porque las primeras opciones para el centro del campo y la delantera no llegaron.

En la octava jornada recibió el primer ultimátum de los cuatro que iba a tener a lo largo de una temporada triste, marcada por el divorcio entre los ultras y la directiva que se agravó por el fallecimiento del hincha Francisco Javier Romero, 'Jimmy', el 30 de noviembre en Madrid Río en una reyerta con seguidores del Frente Atlético.

Las actuaciones de la directiva, con cierre de grada incluida, incrementaron las diferencias internas en el Deportivo y pasaron factura en el campo.

El 6 de diciembre aseguró después del partido de Liga ante el Málaga que percibió "un ambiente de destrucción como nunca había visto en ningún club, un ambiente absolutamente contaminado".

Ante el Elche, el 15 de diciembre, llegó su segundo ultimátum, que superó con una victoria mínima y también el tercero, a la vuelta de las Navidades, ante el Athletic de Bilbao, ambos en Riazor.

El Deportivo inició entonces su mejor fase de la temporada, hasta que el 6 de febrero sumó su último triunfo ante el Eibar (2-0).

Desde entonces, dos meses sin ganar, con tres puntos de los últimos 24 y malas sensaciones en el campo, lo condenaron en el cuarto ultimátum: el lunes, el presidente, Tino Fernández, lo llamó para decirle que, o ganaba al Córdoba o estaba en la calle, y el empate a última hora, con su equipo en inferioridad ante el colista, no bastó para que continuara en el club.

Víctor admitió el martes, víspera del partido, ya advertido del ultimátum, que fue "escudo de muchas cosas"en el Deportivo.

"Es el papel que me ha tocado vivir en A Coruña desde el primer momento y lo tengo que asumir. Mi postura ha sido de defensa a ultranza del club, con elegancia, respeto y agradecimiento", sostuvo.

Después del empate ante el Córdoba, compareció ante los medios aún sin la confirmación oficial de su destitución (se produjo después), pero ya con la creencia de que había sido su "último partido"como técnico del Deportivo.

Se presentó en la sala de prensa solo, sin el presidente del club al lado, deseó suerte al Deportivo, se marchó sin reproches, solo el de haber recibido ultimátums y que el último hubiera trascendido tanto, y con la "conciencia tranquila"por haber dejado al equipo con dos puntos sobre el descenso, "dentro del objetivo"de la temporada.

Víctor Fernández cierra la etapa en el Deportivo con 30 partidos (6 victorias, 9 empates y 15 derrotas) en Primera División, categoría en la que es el tercer técnico con más partidos (544), ha ascendido a la sexta posición en victorias (202), sigue en el podio de empates (158) y es el cuarto, junto con Maguregui, con más derrotas (184).