El Madrid se partió y lo pagó

El equipo de Zidane se adelantó dos veces, pero no supo mantener la calma y se dejó empatar. El Barça golpea sin Messi en un partido embarullado. El Atlético acosa y derriba

El equipo de Zidane se adelantó dos veces, pero no supo mantener la calma y se dejó empatar. El Barça golpea sin Messi en un partido embarullado. El Atlético acosa y derriba

Las Palmas - Real Madrid

Efecto gaseosa

Salida en tromba, 15 minutos intensos, asfixiantes. Kroos y Morata avisan en el 5. El gol se resiste. Los canarios se zafan del «press» con sus armas: tocando. En el 26 perdona Tana. En el equilibrio, el canterano Nacho roba y Asensio da la esperanza. Llega la pereza, calma chicha. Tana, golazo. El Real Madrid responde con pelotazos largos.

Ruleta rusa... ¡uff!

Guión de locos. «Al ataque». Sin orden... Al final, el tiro por la culata. Todos culpables. En el 15, comienza el disparate. Entra Benzema y el equipo se parte en un 4-2-4. ¡Bingo! ¡Gol! No se calma. Más desorden. Lucas Vázquez por CR. Ante tal desconcierto el reloj sigue su curso. Ni control del ritmo ni de juego. ¡Boom! Araujo empata. Lo lógico. Todo era un despropósito.

Sporting - Barcelona

SOS sin el rey Messi

Primer test sin él. Rotaciones, cambio de sistema: 4-4-2. Defensa sólida, con Sergi Roberto letal. Sala de máquinas con Busi y Arda en «su sitio». Ney y Suárez, con máxima libertad. Contactos, barullos, dureza. Los de Abelardo, como mosca cojonera. Fútbol, poco. En dos chispazos, dos contras que ponen fin al sueño astur.

Cloroformo «asesino»

Con todo sentenciado y un Sporting sin plan B, el entusiasmo y la falta de ideas no son argumentos. Le regalan el balón a los locales y se atragantan. Los de Luis Enrique, a manejar la renta. Dispuestos a no jugar y ponerle anestesia. Flash, en diez minutos se sella una goleada: Ney, Arda, Ney, con Sergi Roberto como artífice, para despertar del sopor.

Atlético - Deportivo

De la luz al apagón

Dispuestos a resolver rápido. Eléctricos. El Dépor se atrinchera: orden y paciencia. Pero pronto llega el apagón. Se baja el ritmo, aunque en dos acelerones, primero Griezmann y luego Correa, la tienen. Llegan las lesiones. Todo se transforma. Previsible. Los del Cholo quieren correr, pero no pueden. Los gallegos se suicidan: Fayçal se autoexpulsa.

Bombardeo al Dépor

Previsible. Acoso y derribo sobre la meta gallega. El guante tirado por Fayçal, y el Atlético, dispuesto a derribar la resistencia. El argumento, sencillo: ritmo intenso, velocidad, acumulación de efectivos en el área. Los laterales, Juanfran y Filipe Luis, determinantes en la operación derribo. 25 minutos de resistencia. Griezmann decreta la paz. Llega la calma.