Vista
El hombre del momento
«Siempre que juega, cumple», alaba Zidane a Lucas, que rompió el partido nada más entrar
Dos minutos necesitó Lucas para cambiarlo todo y confirmar que él es el hombre del momento. La Roma sintió el «efecto Vázquez» de forma instantánea. El gallego se pegó a la línea de cal de la banda derecha y esperó el pase de Modric para activarse. Conducción, recorte, centro desde la línea de fondo y gol de Cristiano. Desde donde los extremos de toda la vida eran influyentes, el canterano rompió la resistencia romana y dio carpetazo a los octavos de final para el Real Madrid.
Se desplomaron los italianos ante la energía de un chico que ha esperado su momento sin dejar de trabajar y que ahora que ha llegado lo tiene bien agarrado y con pocas intenciones de soltarlo. Es un correcaminos cualificado, capaz de crear hacia adelante y de trabajar lo que haga falta en campo propio. Uno de esos futbolistas que favorece el equilibrio del que hablaba Ancelotti y que en sus tiempos aportaba al equipo Di María. Lucas es otra especie de «Fideo», de los que permiten al equipo jugar con uno más cuando se ataca y no estar en inferioridad a la hora de defender.
El Bernabéu terminó coreando su nombre, porque salta a la vista el mérito del chico en estos tiempos inciertos por Chamartín. Había jugado completos los dos últimos partidos, pero antes, había sido capaz de sumar en los ratos que había ido teniendo. Siempre preparado, como confirma el propio Zidane: «Se merece ser titular, como todos. Lo importante es que cada uno dé el máximo juegue lo que juegue. Y Lucas es uno de ésos. Cada vez que tiene que jugar cumple, y estoy contento con eso», decía el técnico.
Un bonito gol a la Real y cinco asistencias es su sabrosa aportación en algo menos de mil minutos, pero es que no le hace falta mucho para ser importante. Ayer fue la llave para cerrar una eliminatoria que nunca estuvo en peligro, pero que él puso definitivamente patas arriba Él sabía el camino y que era por la derecha.
Allí había caído James la mayor parte del tiempo, pero con un espíritu más de interior. Bale partió desde la izquierda, porque Zidane quería ver cómo respondía allí, y cuando se le acabaron los minutos que le permite la última parte de la rehabilitación de su lesión, llegó el momento de Vázquez. En una jugada casi idéntica a la que sirvió para forzar el penalti en el choque ante el Levante, resolvió el partido. Ahora va a tener más oportunidades para seguir haciéndolo.