El Calderón, blindado

Máximas medidas de seguridad para un partido de alto riesgo. Preside Felipe VI

Unos 2.500 efectivos participarán en el dispositivo de seguridad del partido de la final de la Copa del Rey de fútbol, que hoy enfrenta al Barcelona y al Sevilla en el Vicente Calderón, en el que finalmente se podrán introducir banderas «esteladas» tras la decisión del juez de lo Contencioso-Administrativo número 11 de Madrid.

Se trata de un partido de alto riesgo que contará con un estadio lleno con capacidad para 54.907 espectadores y una previsión de 38.780 aficionados de ambos clubes, según informaron la delegada del Gobierno en Madrid, Concepción Dancausa, y el comisario general, Florentino Villabona.

Así, se recomienda acudir al campo con tiempo suficiente para poder pasar los controles de seguridad establecidos por la Policía y la Federación Española de Fútbol. Para ello, las puertas del estadio se abrirán tres horas y media antes del comienzo del partido. Además, las «fan zones» para los seguidores del Barcelona y del Sevilla estarán ubicadas en Matadero y Parque de San Isidro, respectivamente.

Por otro lado, tal y como ha indicado Dancausa, se reforzarán las líneas de autobuses diurnos y nocturnos, así como el Cercanías y el Metro. «Es una oportunidad más para que Madrid siga demostrando su capacidad para organizar grandes eventos deportivos que generan riqueza e impacto económico».

El dispositivo estará integrado por agentes de la Policía Nacional con sus respectivas Unidades de Intervención Policial (UIP), Brigada Móvil, motos, caballería, Unidades de Prevención y Reacción (UPR), Guías Caninos, Subsuelo, radio patrullas, helicópteros y miembros de la Oficina Nacional del Deporte de la Policía Nacional, además de agentes de la Policía Municipal y personal de seguridad de la Federación, así como miembros de los servicios asistenciales de Samur, Protección Civil y Cruz Roja. Un total de 2.493 efectivos, de los que 1.490 son agentes del Cuerpo Nacional de Policía. Los agentes estarán desplegados en torno al estadio Vicente Calderón, lugar donde se celebrará el encuentro, así como en las zonas próximas al recinto.

Asimismo, se han habilitado las denominadas «fan zones» para los seguidores de ambos equipos. Se trata de amplios espacios donde se ubican carpas, zonas promocionales y de relax, talleres, actividades para niños y atracciones diversas. En el caso del Barcelona estará instalada en Matadero (explanada multiusos del Parque Madrid Río) y estará activa desde las 10:00 hasta las 20: 00 horas. Por parte del Sevilla, su afición podrá disfrutar del ambiente previo al partido en la «fan zone» ubicada en el Parque de San Isidro desde las 12: 00 horas, en Madrid.

Los seguidores de ambas aficiones saben que tienen que acudir al Calderón con bastante tiempo de antelación porque, además, el partido coincide con la huelga de los trabajadores de metro, lo que generará molestias y muchos retrasos en los desplazamientos. Se han reforzado las líneas de autobuses que pasan cerca del estadio, pero la recomendación es que los traslados no sean muy lejanos y se hagan a pie. Desde las zonas de los seguidores resulta bastante cómodo desplazarse al Vicente Calderón andando.

Medidas de seguridad extremas, dos anillos de control, cacheos en un partido de alto riesgo en medio de la consabida alerta terrorista (4) y un palco lleno de personalidades, una vez que se permiten las banderas esteladas.

Preside la final Don Felipe VI, acompañado del ministro de Educación y Cultura, Íñigo Méndez de Vigo, en representación del Gobierno. La presencia de Miguel Cardenal, presidente del Consejo Superior de Deportes, no es segura porque la Federación no le invita por sus contenciosos con Villar. Carles Puigdemont y Ada Colau representarán a la Generalitat y al Ayuntamiento de Barcelona mientras que Susana Díaz estará, como ocurrió en Basilea, junto alcalde de Sevilla, Juan Espadas. Parece que Manuela Carmena se sumará a la fiesta para estar junto a su amiga Colau. Albert Rivera, como seguidor azulgrana, también anuncia su presencia en un Calderón blindado para la fiesta del fútbol.