Edoardo Bove, jugador de la Fiorentina, fue dado de alta por el Hospital Careggi de Florencia el pasado viernes 13 de diciembre, después de haber sufrido una parada cardiorrespiratoria el 01 de este mes, durante el partido en el que su equipo se media en casa (Estadio Artemio Franchi) al Inter de Milán, por la jornada 14 de la Serie A.

Cuando se disputaba el encuentro, el mediocampista de 22 años se desplomó de la nada. Al instante, fue auxiliado por sus compañeros y rivales, y posteriormente trasladado a un centro hospitalario para ser atendido de urgencia. Duró 12 días internado, en los que además de realizarle diversos exámenes, también fue intervenido quirúrgicamente para implantarle un desfibrilador cardioversor implantable.

El jugador, a quien sus derechos deportivos le pertenecen a la Roma y que está en condición de cedido en la viola, continuará su recuperación en casa y se espera que en las próximas horas visite a sus compañeros, según informan medios locales como La Gazzetta dello Sport.

¿Podrá seguir jugando en Italia?

Con la buena noticia de la recuperación de Edoardo Bove, llega la incógnita de si podrá continuar su carrera en la Serie A. Sin embargo, todavía no existe respuesta ante este interrogante porque dependerá de cómo vaya evolucionando su salud. Cierto es que, en la liga italiana, está prohibido que un jugador compita con un dispositivo como el que le fue implantado, por lo que los exámenes médicos serán la clave para evaluar lo que le depare en el futuro.

El desfibrilador cardioversor implantable (DCI), es un tipo de marcapasos que puede evitar una parada cardiaca mortal al administrar una descarga para restablecer el ritmo cardiaco regular. Si se determina que el jugador puede llevar una vida normal sin el dispositivo, no habría problema en que vuelva a ver minutos con cualquier club de su país, de lo contrario, tendrá que implantársele uno permanente y deberá continuar su carrera en otro lugar.

El caso más conocido de una situación similar es el de Christian Eriksen, quien sufrió un paro cardíaco y se desplomó en el césped del estadio Parken de Copenhague durante el debut de Dinamarca contra Finlandia en la Eurocopa 2021. En aquel entonces, el jugador vestía los colores del Inter de Milán y, debido a que fue necesario colocarse un Desfibrilador Automático Implantable (DAI) para continuar con su vida normal, terminó por rescindir su contrato con los nerazzurri y continuó su carrera en Inglaterra, primero en el Brentford y luego en el Manchester United, en donde se encuentra hoy.