Videos
Bale, para cuando no está Ronaldo
Desde el centro del campo, Bale ofreció el balón al Bernabéu, que le aplaudía encantado porque ya es uno de los suyos. Se llevó la pelota por haber conseguido tres goles, como suele hacer Cristiano Ronaldo, que miraba desde el palco sonriente. Sin él, fue Bale quien asumió la responsabilidad de golear, una buena costumbre la de este Madrid. Se le caen los tantos y los rivales no saben cómo pararlos. Puede que ya no queden balones de todos los que se llevan los futbolistas cada vez que hacen un hat-trick. Bale lo hizo, dio el otro y se fue aplaudido de un estadio, que ya no mira su precio, sino que sólo se fija, y disfruta, de su fútbol. El galés ya lo ha conseguido.
También ha logrado el Madrid que los rivales salgan derrotados antes incluso de que la estrella invitada haga el saque de honor. Sólo los equipos deslumbrantes, los que a los ojos de los demás parecen inabordables, logran infundir ese miedo en los contrarios. Le sucedió al Valladolid, que pasó por el Bernabéu como una sombra. No ha sido un camino fácil para el Madrid conseguir ese efecto, pero ahora el equipo de Ancelotti vuela, tiene un ritmo sostenido y veloz, por delante de casi todos los demás. Los enfrentamientos contra los dos que le anteceden en la tabla llegaron demasiado pronto. Ahora al once blanco se le ve capaz de todo, aunque cambie el futbolista que acompaña a Xabi Alonso en el centro del campo, aunque Ronaldo tenga que ver desde la grada cómo Bale le coge el relevo en su rutina de hacer tres goles por partido.
Cuando comenzó la temporada, rivales como Elche o Levante se atrevieron a hacer daño a los blancos, mientras Ancelotti buscaba el mejor esquema para su equipo. Cuando lo encontró, contrarios como el Málaga o el Sevilla pensaron en hacer daño al Madrid y es verdad que marcaban, aunque después se marchaban goleados. Tiene pinta de que eso también se ha acabado. Sucedió el miércoles con el Galatasaray, cuando el equipo turco, con uno más en el campo, se vio desbordado por el Real Madrid. Y se repitió ayer, con un Valladolid que no dejó huella y se llevó la goleada de rigor.
Vivió tranquilo el Madrid, tocando cerca del área de Mariño, el portero visitante, que temblaba cada vez que se acercaba uno de blanco. Sólo le faltaba a su equipo un guardameta que diera facilidades. Si se tardó más de la cuenta en abrir el marcador fue porque no tenía prisa. Estaba cómodo, dueño absoluto del balón, con Xabi y Modric sin problemas en el centro del campo e Isco con la chistera a punto para hacer su truco de magia. Desde que ha vuelto al equipo titular, ha descubierto que su amor con el estadio madridista no ha sufrido con la distancia. El Bernabéu está entregado a un futbolista que, sin tanta preocupación por vigilar su espalda, hace maravillas. Está acostumbrando al aficionado a que cada partido le va a dejar una jugada para que se la lleve en la memoria y disfrute con ella. Contra el Galatasaray acabó en gol, ayer el último regate no le salió.
El partido ya estaba decido para entonces y Morata y Jesé compartían minutos en el campo. Los tantos fueron una consecuencia natural de lo que sucedía en el césped con el absoluto dominio blanco. Diego López tuvo uno de sus días con menos trabajo, mientras el resto de compañeros se divertía. Lo hacía Benzema, entre líneas, dando juego al resto, Marcelo, Modric y Xabi, que a veces daba la impresión de que podían jugar andando. Se divirtió casi el que más Isco. Y fue feliz, el más feliz, Bale.
Ficha técnica:
4.- Real Madrid: Diego López; Carvajal, Pepe, Sergio Ramos, Marcelo; Xabi Alonso, Modric, Isco; Bale, Di María (Jesé, min. 74) y Benzema (Morata, min. 74).
0.- Valladolid: Mariño; Alcatraz, Jesús Rueda, Marc Valiente, Peña; Álvaro Rubio, Sastre, Rossi; Larsson (Omar, min. 46), Javi Guerra (Manucho, min. 73) y Bergdich.
Goles: 1-0, min. 33: Bale; 2-0, min. 35: Benzema; 3-0, min. 64: Bale; 4-0, min. 90: Bale.
Árbitro: Pérez Montero (Comité Andaluz). Mostró cartulina amarilla a Sastre (min. 80) por parte del Valladolid.
Incidencias: Partido correspondiente a la decimoquinta jornada de la Liga BBVA disputado en el estadio Santiago Bernabéu ante cerca de 61.000 espectadores. Se guardó un minuto de silencio por el fallecimiento del padre del defensa del Real Madrid Fabio Coentrao. El noruego Magnus Carlsen, campeón del mundo de ajedrez, realizó el saque de honor.
✕
Accede a tu cuenta para comentar