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Champions

Atlético - Inter: Griezmann enciende el Metropolitano

Los aficionados italianos mostraron sus móviles al aire tras el gol del Inter, pero a los pocos segundos empató Griezmann y el Metropolitano se vengó

Atletico de Madrid v FC Internazionale Milano - UEFA Champions League AFP7 vía Europa PressEUROPAPRESS

Griezmann llevaba sin jugar con el Atlético de Madrid desde el partido de ida contra el Inter por una lesión en el tobillo. Fue el más aplaudido, el que entró primero al campo desde el vestuario, todos detrás, y el que marcó el gol de la esperanza para el conjunto madrileño justo después del jarro de agua fría que supuso el tanto de Dimarco. Estaba feliz la afición del Inter después de ese gol. Era muy numerosa y de repente la parte que ocupaba en la grada se iluminó. Sacaron los móviles los seguidores italianos como si se tratara de un concierto, pero apenas pudieron estar unos segundos así porque el francés logró la igualada y la venganza del Metropolitano estaba cantada: gran parte de los hinchas rojiblancos también mostraron sus teléfonos al aire con la linterna. Eran más, claro, ganaron esa batalla, pero lo mejor estaba por llegar.

Que Griezmann no estaba al cien por cien era evidente, pero Simeone lo dejó en el campo todo lo que pudo porque sabe de lo que es capaz. Y hasta donde pudo fue el final de la primera parte de la prórroga. Hasta el arreón final del tiempo reglamentario, además de marcar fue él el que tuvo los otros dos remates más importantes. Le faltó fuerza a todos los intentos. El Cholo, si hubiera podido, hubiera chutado él mismo, inquieto todo el encuentro, moviendo el cuello y cabeceando cuando llegaba un centro al área de los suyos y dando una patada al aire cuando el disparo era por abajo. Casi siempre fuera de la zona técnico, lo mismo que Inzhagi, y mira que es grande.

Mediada la segunda parte pedía calma Griezmann a sus compañeros. Al Atlético le empezaba a faltar fuelle y empezaba a ser cazado por los contragolpes de su rival, pero Thuram mandó alto su mano a mano con Oblak y Barella llegó sin fuerza y regaló el balón al portero con un disparo flojo. La energía la recobró con Memphis, que primero tiró al palo y un par de jugadas después ajustó más para llevar la pelota a la red. La reacción de los aficionados rojiblancos, como no podía ser de otra manera, fue volver a encender sus móviles. El "concierto" estaba en lo mejor y casi no llega a la prórroga si Riquelme acierta con el pase de Griezmann. Se desesperó el galo porque el gol era casi hecho. El Metropolitano en esos momentos ya recordaba al viejo Calderón. El "te quiero Atleti" y "vamos, Atleti, vamos" resonó durante toda la prórroga, dominada principalmente por el Inter. Griezmann ya no estaba para los lanzamientos de penalti. Tuvo que sufrir viéndolos desde el banquillo pero después disfrutó como un niño cantando el himno de su equipo en el centro del campo.

Lautaro mandó el lanzamiento desde los siete metros a las nubes y el Metropolitano se llenó de móviles por tercera vez. La venganza estaba servida.