Liga de Naciones
España, entre el accidente y el golpe de realidad
La derrota ante Suiza genera dudas sobre las posibilidades de España en el futuro, aunque el seleccionador prefiere pensar que es un mal día
España no perdía desde la final de la Liga de Naciones contra Francia. Sufrió ante Suiza su primera derrota en los últimos once meses, pero es suficiente para despertar las dudas sobre las posibilidades de España en los grandes torneos a menos de dos meses para que comience el Mundial.
«Ninguna duda. En absoluto. Ninguna. Ya sé lo que significan las derrotas. Se trata de analizarlas, de mejorar», aseguraba el seleccionador después del partido. Y el primer análisis de Luis Enrique detectó una sucesión de errores individuales desacostumbrado para la selección española. «En mi etapa como seleccionador no recuerdo tantos jugadores tan imprecisos como en la primera parte. Es mejor llegar al Mundial con una buena racha, pero estaremos preparados para lo que venga», añadía.
No pretende hacer un drama el seleccionador de los errores en el pase, una de las señas de identidad de la selección. «En la primera mitad balones fáciles en vez de dárselos a nuestros compañeros los perdíamos. No son máquinas, el rival es fortísimo, sabe a lo que juega y esto es fútbol, no es una ciencia exacta. Somos un equipo que acapara el balón, dependemos de la calidad de nuestros jugadores y hay que aceptarlo. Cuando no tienes el día hay que intentar estar hasta el final como han estado. No ha sido nuestro día, especialmente en la primera parte. En la segunda ha sido bastante mejor», explicaba.
Pero el partido deja dudas sobre la contundencia de España en las áreas. Unas dudas que no son nuevas y que ya surgieron, por ejemplo, en la Eurocopa después de los dos empates iniciales contra Suecia y contra Polonia. Aunque entonces las dudas se centraban sobre todo en el remate y quedaron despejadas en el tercer partido de la fase de grupos contra Eslovaquia.
Pero contra Suiza España exhibió una preocupante flojera cuando toca defender la pelota parada. Los dos goles llegaron en dos córners, aunque Luis Enrique trata de desdramatizar. «Hemos encajado dos goles a balón parado. El primero estaba bien defendido, el segundo se podía mejorar», explicaba.
Luis Enrique apuesta por el error humano como causa de la derrota. Pero hay dudas. Dudas de si España tiene defensas que puedan imponerse en el juego aéreo y competir contra delanteros fuertes físicamente, como el suizo Embolo.
Los centrales españoles, Eric García y Pau Torres jugaron contra Suiza, destacan por su salida limpia del balón más que por su capacidad física. Algo que España sí conseguía mezclar en la época gloriosa con distintas parejas. Primero fueron Puyol y Marchena; después, Puyol y Piqué y terminaron en Piqué y Sergio Ramos, que había sido lateral derecho en los años anteriores. Ramos también aportaba su manejo del juego aéreo en las dos áreas cuando jugaba en la banda.
Esa selección que lo ganó todo entre 2008 y 2012 es la referencia. En aquellos años España destacaba por su juego ofensivo, aunque ganara casi todos los partidos en el Mundial 2010 por 1-0. Pero sabía defender también con la pelota. Cuando no encontraba un buen camino para el ataque se protegía con la posesión. Algo que tampoco consigue esta selección.
Tampoco ayuda la presencia de futbolistas que no son titulares habitualmente en sus equipos, como Asensio y Jordi Alba, aunque fueron ellos dos los que fabricaron el gol de España. Asensio jugó más minutos contra Suiza de los que ha jugado en toda la temporada con el Real Madrid.
No aguantó el partido completo. Aunque eso lo atribuye el seleccionador exclusivamente al trabajo que exige a sus delanteros. Les pide mucho compromiso defensivo, además de tratar de resolver el partido en ataque. «Va a ser difícil que no cambie a los tres de arriba. Les exijo tanto en ataque y en defensa que ya saben que juegan 45 minutos o 60. Los cambios vienen a insistir en la misma idea, pero con jugadores que puedan desbordar más», explica el seleccionador. Y en el minuto 63 se marchó Asensio. Y con él, los otros dos delanteros, Ferran Torres y Pablo Sarabia, que tampoco son titulares indiscutibles en sus equipos.
Asensio jugó como falso «9», una posición novedosa para él si no fuera porque Luis Enrique ya lo probó en junio en la República Checa con buen rendimiento. «No ha sido un partido para brillar. En esa posición, como mucho, podría dar uno o dos toques, ya lo sabía de antemano. Ha hecho buenas combinaciones, ha intentado encontrar a los interiores. Ha hecho la acción del gol que es una acción de un jugador de clase mundial», analizaba Luis Enrique. La duda que deja es qué hubiera pasado con Morata desde el comienzo. Si España hubiera estado más cerca de la portería contraria, como ocurrió cuando entró Borja Iglesias en la segunda mitad.
Pero la duda principal es si España puede competir contra los equipos grandes. Y esa incógnita se puede despejar el martes. «El partido real para medir el Mundial de Qatar es el de Portugal. En el último año y medio hemos jugado tres veces y hemos empatado las tres. A nivel individual hablamos de jugadores de clase mundial. A nivel colectivo está bien trabajado». Habrá que ver ahora dónde está España. Si la derrota contra Suiza fue un accidente o un golpe de realidad.
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