Un gol de Saúl Coco de falta al Villarreal fue elegido el año pasado el mejor de Las Palmas en la Liga española. Un defensa haciendo cosas de virtuoso, lo que le valió para salir esta temporada camino de Italia para jugar en el Torino, donde se ha convertido en uno de los defensas más destacados del campeonato.

Saúl (Lanzarote, 1999) disfruta a los 25 años de la madurez que le da una larga carrera que le llevó siendo muy joven a la cantera del Espanyol antes de regresar a Canarias para jugar en Las Palmas. Lo fichó cuando estaba libre y lo traspasó el pasado verano al Torino por 7,5 millones de euros.

Después de trece partidos en Italia ha conseguido ya los mismos goles, dos, que marcó en toda su trayectoria en Las Palmas. Pero ha sido su paso por la selección ecuatoguineana el que le hizo dar un salto en su progresión como futbolista.

Con Guinea Ecuatorial ha disputado dos Copas de África, en 2022 y en 2024, en las que ha jugado todos los minutos que ha disputado su selección. No se ha perdido uno desde su estreno en la máxima competición africana de selecciones. Una competición que ha cambiado su vida profesional.

«La valoración que hacemos es positiva», decía al regresar a Las Palmas de su participación en enero de este año en la Copa de África. La selección de Guinea Ecuatorial llamó la atención con una primera fase espectacular, en la que fue primera de un grupo en el que coincidió con Nigeria, Guinea Bissau y Costa de Marfil. Comenzó con un empate ante los nigerianos (1-1) que precedió a dos goleadas. Ganó 4-2 a Guinea Bissau, pero especialmente llamativa fue la victoria ante la anfitriona, Costa de Marfil, que acabaría ganando el torneo ante Nigeria.

Sin saberlo, Guinea Ecuatorial había pasado por encima de los dos finalistas. Pero ella tuvo menos suerte en el cruce y perdió contra Guinea Conakry en los octavos de final.

«Era mi segunda experiencia en este torneo, la primera para mí supuso un cambio a nivel personal enorme, tanto a nivel de confianza como de dinámica y cuando volví de la primera Copa de África volví siendo otro jugador. Ya lo tenía dentro y me atreví quizás a sacarlo», reconocía al regresar a casa.

«A nivel personal esta segunda experiencia me ha dado un poquito de continuidad, aunque allí el fútbol es muy diferente, es mucho más físico, partidos mucho más abiertos, con muchos duelos individuales. Para mí jugar allí es muy diferente, pero muy cómodo porque conozco a mis compañeros desde hace mucho tiempo, nos entendemos y siempre es un placer y un honor jugar un torneo de este calibre y con buenas sensaciones», añadía.

En el comienzo de 2024 Saúl Coco ya se había asentado como un jugador fundamental en la defensa de Las Palmas. Jugó 30 de los 38 partidos de Liga y tres de los ocho que se perdieron fue por la coincidencia con la Copa de África. En 2022 su situación era diferente. El equipo estaba en Segunda División y Saúl solo jugó 12 partidos en toda la temporada, once de Liga y uno de Copa.

Ese año Guinea Ecuatorial llegó hasta los cuartos de final de su máxima competición continental. Allí perdió con Senegal y Saúl jugó todos los minutos incluida la prórroga del partido de octavos contra Malí, la anfitriona del torneo, a la que la selección ecuatoguineana derrotó en los penaltis. Coco, además, marcó el que le tocaba en la tanda.

A partir de ahí regresó siendo otro jugador. Nueve de los once partidos de Liga que disputó fueron después de esa Copa de África que le cambió la vida. Y lo hizo siendo titular en la mayoría de esos encuentros.

El curso siguiente ya jugó 36 de los 42 partidos de la liga de Segunda División, que acabó con el ascenso de Las Palmas, y fue titular en todos menos en tres.

Saúl Coco es uno de esos jugadores nacidos en España que regresaron a Guinea Ecuatorial para defender el escudo de la selección de sus padres. Jugadores que elevaron el nivel del equipo nacional, pero futbolistas que se traen muchas cosas cuando regresan más allá de la conexión con sus orígenes. A Saúl la Copa de África de 2022 le cambió la vida futbolística para siempre.