Copa del Rey de Baloncesto
Llull, chico para todo
Es el tercer jugador en minutos, sólo por detrás de los Gasol
Sergi Llull está más feliz que nunca en la Selección y eso que se lo ha llegado a pasar muy bien en el equipo nacional. «Puede que sea mi mejor torneo», asegura antes de los octavos de final del Mundial. La importancia de la cita es mayúscula; el rival, Senegal, una anécdota, aunque todo el equipo guardase ayer las formas para referirse a una selección a la que en un amistoso disputado hace menos de un mes se ganó por 38 (88-49).
Llull ha encontrado en esta Copa del Mundo su auténtico rol con España. Orenga, que le lleva dirigiendo desde las selecciones inferiores, le pide intensidad en defensa y en ataque. Y él se la está ofreciendo con generosidad. Llull es el tercer jugador en minutos del equipo (22:35), sólo por detrás de los Gasol y su presencia en cancha coincide con picos altos de juego. Lo de menos es la posición que ocupa y sus números (5 puntos, 2 rebotes y una asistencia). Empezó como escolta, en el Real Madrid se reconvirtió en base y en la Selección ha jugado muchos minutos de alero. En la primera fase se ha emparejado con tipos que le sacaban 15 centímetros y 15 kilos, como el brasileño Vieira o el serbio Kalinic, y ha salido victorioso de los duelos.
La actividad que mostraba en otras concentraciones lejos de la cancha –él fue uno de los que introdujo el póker y está encargado, junto a Rudy, de elegir la música en los entrenamientos– la puede mostrar ahora dentro de la pista. Llegó a la Selección hace cinco veranos, en el Eurobasket de Polonia. Allí destacó porque fue la elección de Scariolo para intentar ganar el partido de la segunda fase ante Turquía. La jugada no salió porque le hicieron una falta y Marc Gasol soltó aquello de que «estando los que están no sé por qué se la tiene que jugar el nuevo». Marc se disculpó de inmediato con el seleccionador y con el que es desde entonces su compañero de habitación cada vez que ambos visten la Roja.
Llull tiene muy claro qué le espera ahora al equipo. Senegal es un grupo muy físico y ésa fue la vía que aplicaron, sin éxito, Brasil, Francia y Serbia para detener a España. «Los equipos van a intentar ser muy duros, muy físicos con nosotros y ponernos toda clase de trampas. Lo que tenemos que hacer es no caer en ellas e igualar o superar esa dureza como hemos hecho hasta ahora», comenta.
A Senegal nadie le esperaba al comienzo del campeonato en el rebautizado Barclaycard Center, el «antiguo» Palacio de los Deportes. Sus dos victorias de la primera fase (Puerto Rico y Croacia) le bastaron para colarse entre los 16 mejores. Su estrella es un compañero de Ricky en los Wolves, Dieng. Se trata de un pívot de 2,11 que acabó exhausto en Sevilla, pero que fue vital en los dos triunfos. Dos españoles, Carlos Martínez y Rayco García, ejercen de preparador físico y de fisioterapeuta, respectivamente. Hay un tercer «español». «Boni» Ndong, ex pívot de Unicaja y Barça, que es una especie de mánager general que logró abonar los 473.000 euros de canon para participar en el torneo y que la Federación no lograba obtener. «Somos favoritos, pero hay que demostrarlo», comentaba Llull, que no quería hablar del probable rival del miércoles en cuartos.
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