En forma
La ciencia desvela el truco “estúpido” al caminar que te hará quemar más calorías y protege el corazón
Solo 11 minutos de esta práctica proporciona los mismos beneficios que el ejercicio vigoroso según una investigación estadounidense: combate la obesidad y reduce el riesgo de mortalidad
Silly Walks de Monty Python es una de las parodias inmortales de esa compañía de comedia de la década de 1970 pero además de cómico, el “Ministerio de Andares Tontos” no es ninguna estupidez, al menos para la ciencia.
Un nuevo ha descubierto que caminar de manera ineficiente en realidad brinda los mismos beneficios que el ejercicio vigoroso. Con eso en mente, los investigadores descubrieron que “caminar tontamente” tan solo unos minutos al día (11 minutos), al igual que el personaje del comediante John Cleese, el Sr. Teabag, puede mejorar la condición física cardiovascular y aumentar los niveles generales de actividad.
Curiosamente, los autores del estudio dicen que la forma de ayudar a las personas inactivas a alcanzar objetivos de ejercicio saludable es hacer que tareas simples como caminar sean lo más ineficientes posible. Cambiar la forma de caminar para hacerlo de forma más “ineficiente”, inspirándose en un legendario sketch de humor, podría ser una buena opción para reforzar el corazón y prevenir el sobrepeso. Ya que según han demostrado el consumo de calorías es notablemente mayor.
Esta es la conclusión a la que llega un nuevo trabajo publicado en The British Medical Journal: caminar de forma “estúpida” es la mejor alternativa a la caminata normal y debería incluirse en nuestra rutina diaria.
En este caso, los andares variables y erráticos que representa la escena de humor absurdo supondría un gasto energético más importante. Un equipo de investigadores estadounidenses lo ha logrado medir, y ha comparado los brincos y zancadas del Sr. Teabag y el Sr. Putey con una caminata más convencional.
Más del doble de gasto energético
Los autores del estudio reunieron a 13 adultos sanos (seis mujeres, siete hombres) de entre 22 y 71 años (edad promedio de 34) sin antecedentes de enfermedad cardíaca o pulmonar y sin problemas para caminar. Todos vieron el sketch de Ministry of Silly Walks antes de participar en tres pruebas de caminata de cinco minutos. En una pista cubierta, cada persona caminó normalmente a su propio ritmo, luego hizo su mejor imitación de la caminata tonta del Sr. Putey, antes de finalmente intentar hacer la caminata tonta del Sr. Teabag. Los resultados muestran que caminar “tontamente” condujo a niveles significativamente mayores de gasto de energía, ¡aproximadamente dos veces y media más que una caminata normal!
La distancia recorrida durante las caminatas de cinco minutos se usó para calcular la velocidad promedio. También se midió el consumo de oxígeno (mL/kg/min), el gasto energético (kcal/kg/min) y la intensidad del ejercicio (METs), además de la cantidad de calorías gastadas por minuto de actividad física.
Únicamente la forma de caminar del Sr. Teabag resultó tener un gasto energético superior, unas 2,5 veces más que la caminata normal. Por su parte, el consumo de oxígeno promedio de una caminata normal fue de 11.3 mL/kg/min (3.2 MET), similar a la caminata del Sr. Putey (12.3 mL/kg/min o 3.5 MET). La caminata del Sr. Teabag provocó un consumo de oxígeno superior, siendo de 27.9 mL/kg/min u 8 MET, llegando a calificarse esta caminata como un ejercicio de alta intensidad.
Tan sólo necesitas 11 minutos
En términos de gasto energético, cambiar solo un minuto de caminata habitual por un minuto de caminata estilo Sr. Teabag se asociaría con un aumento energético de 8 kcal/min para hombres y 5 kcal/min para mujeres. De hecho, los investigadores estiman que los adultos podrían lograr 75 minutos de actividad física de alta intensidad de forma semanal tan solo realizando caminatas como la del Sr. Teabag durante 11 minutos diarios.
Además si lo realizamos durante un tiempo de 12 a 19 minutos al día aumentaría el gasto energético diario de una persona en casi 100 kcal. Según los investigadores, esta cantidad de caminata al estilo Sr. Teabag además aumenta la capacidad cardiorrespiratoria y reduce el riesgo de mortalidad.
En conclusión, el equipo cree que caminar haciendo el tonto puede mejorar el estado físico del corazón, reducir el riesgo de muerte prematura y no requiere tiempo adicional para hacerlo, ya que muchas personas pueden hacer estos movimientos fácilmente en cualquier momento del día. El equipo reconoce que es posible que las personas con discapacidades, trastornos de la marcha, enfermedades de las articulaciones u otras afecciones de salud no puedan replicar estos movimientos. Sin embargo, les valdría con hacer algo para que moverse sea más difícil y tener un efecto similar. “En definitiva podrían aumentar el gasto de energía en sus movimientos diarios, si tienen la ineficiencia como objetivo”, escribe el equipo.
¿A qué espera para ponerte en forma mientras te diviertes?
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