Fútbol

Celta-Real Madrid (1-4): Sin Casemiro, pero con Modric

El Real Madrid gana con contundencia en Balaídos gracias a que Modric, con un golazo y un pase cambió el ritmo del partido

El remate de Modric para marcar el segundo gol del Real Madric contra el Celta en Balaídos
El remate de Modric para marcar el segundo gol del Real Madric contra el Celta en BalaídosLalo R. VillarAgencia AP

Daban vueltas los aficionados del Real Madrid al adiós de Casemiro, sin llegar a la conclusión de si es bueno o malo, de si Tchouameni, cuando tenga más minutos, como ocurrió en Balaídos, irá soltándose, daban vueltas a eso quizá para no pensar en lo que empieza a significar la marcha del brasileño: que una etapa inolvidable enfila su recta final y hay que estar preparado para eso. Para que se vaya Casemiro y para que un día no esté Modric solucionando días complicados, con un gol espectacular muy marca de la casa y un pase definitivo en la segunda parte. En un partido difícil, que estaba siendo más bien gris, el croata, aplaudido cuando fue cambiado en la segunda mitad, encendió la luz de los de Ancelotti para conseguir la segunda victoria y al final una goleada que le da más confianza aún, como si no andase sobrado de eso. Hasta buscó confianza Hazard en un penalti que le cedió Benzema, pero no la encontró el belga.

Fue el gol de Modric el que lo cambió todo y transformó un partido igualado, rudo, pesado para los de Ancelotti en uno con espacios, de goles, tirando a muy plácido. Lo hizo antes de que Balaídos llegase al descanso. No practica mucho el tiro desde fuera del área, pero cuando lo hace y le sale bien, el balón es como un dron que pone donde quiere. Miró a la escuadra, mientras corría, metió el interior porque esta vez es lo que tocaba, para darle la curva y poner la pelota, casi con suavidad en lo que se denomina la escuadra de la portería del Celta. Si tiene problemas, llame a Modric.

Con 36 años, era el señalado para ser el primero del trío de centrocampista que lo dejaba, pero ahí sigue para dar ritmo al equipo y luz cuando el centro del campo está formado además, por Tchouameni como mediocentro, un mensaje evidente de Ancelotti, Camavinga y también Fede Valverde que debió de ponerse la bota torcida hasta que se la cambió en el descanso para marcar después.

Cambió Valverde y cambió el Madrid, que cuando tuvo el marcador a favor y espacios no perdonó. El partido siguió el guión habitual en muchos encuentros fuera de casa del equipo de Ancelotti: un rival que sale con mucha intensidad, presiona muy arriba y no permite ni un milímetro al Madrid. Lo bueno es que el campeón de LaLiga y de la Champions no se pone nervioso ante situaciones así. Tiene una trayectoria que le permite vivir con una confianza casi ciega en sus posibilidades, aunque apenas consiga elaborar nada. Sólo cuando Modric coincidía con Benzema y Vinicius por la izquierda llegaba el Madrid con claridad al área contraria. Era el Celta quien tenía la pelota, aunque sin excesivas ocasiones. Intentaba romper por la banda derecha, con Hugo Mallo, pero los centros no iban a ningún lado.

Sin necesidad de mucho, sin necesidad de juego, marcó el Madrid porque una jugada a balón parado acabó en un penalti de libro por mano de Tapia que hubo quien se atrevió a protestar. Tras el gol de Benzema, más que el Celta fue Militao quien puso al rival en el partido. No estuvieron los de Ancelotti muy acertados en la creación de juego, imprecisos frente a la presión, pero el dominio del Celta apenas obligó a nada a Courtois. Hasta que en un salto en el área que no tenía pinta de ir a ningún sitio el defensa brasileño sacó el brazo, sin que aún el sepa por qué lo hizo. Después se le vio pegándose en el brazo, sin saber muy bien a quién culpar.

Los dos penaltis no cambiaron el ritmo del choque. Seguía el Celta apretando al Madrid y seguían los de Ancelotti imprecisos, pero sin sufrir en exceso atrás. Nada que ver con lo que ocurrió después, cuando Modric cambió con su chut y su pase a Vinicius. Lo que era un partido igualado fue una victoria abultada en la que hasta Asensio tuvo sus minutos.

Habrá que estar preparados para cuando se vaya Modric, pero mientras...