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Podios robados

¿Cuántos deportistas españoles han logrado una medalla tras una descalificación por dopaje?

Compitieron contra tramposos y se les robó su foto en el podio pero años después lograron que se hiciera justicia y que el merecido metal colgara de sus cuellos

La atleta Ruth Beitia recibe la medalla de bronce de los Juegos Olímpicos de Londres 2012 diez años después. NACHO CASARES/COENACHO CASARES/COE

El dopaje es uno de los principales enemigos del deporte profesional. El sueco Hans-Gunnar Liljenwall fue el primer deportista en dar positivo en un control antidoping en unos Juegos Olímpicos, concretamente en los de México 68. El europeo había ingerido alcohol antes de participar en el pentatlón moderno. “Me tome dos cervezas para calmar los nervios”, dijo Liljenwall al ser sometido a los controles. El atleta tenía una tasa de alcohol en sangre de 0,81 gramos por litro, suficiente para dar positivo por dopaje. Él finalizó la competición individual en octava posición, mientras que el equipo en sí terminaría en tercera posición, obteniendo la medalla de bronce, pero tuvieron que devolver la presea por culpa de las dos cervezas de Liljenwall. A partir de ahí, siguieron sucediéndose las trampas y con la entrada del nuevo siglo han aumentado. De hecho, más de un centena de deportistas han sido descalificados en las cuatro últimas citas olímpicas.

El COI en su lucha activa contra el dopaje ha ejecutado acciones efectivas de sanciones a estos deportistas. La principal es la retirada de medalla e inhabilitación. Sin embargo, son procesos muy lentos donde se tarda años para que el atleta perjudicado obtenga su deseada medalla.

La atleta española Ruth Beitia recibió ayer la medalla de bronce de los Juegos Olímpicos de Londres 2012 diez años después, tras la descalificación de la rusa Svetlana Shkolina,algo que para ella “no es un reconocimiento”, sino que “se ganó en su momento” y que demuestra que “la honestidad existe”.

“Esto no es un reconocimiento, esto es algo que se ganó en su momento, aunque no pude subir al podio. Muchas veces me preguntan que qué es lo más importante que he ganado, y yo digo que no es tan importante lo que he ganado sino cómo lo hemos ganado, que ha sido gracias al trabajo y a la honestidad. Hoy se ha demostrado que la honestidad existe y es fruto de mucho trabajo y de sueños cumplidos”, declaró Ruth Beitia tras recibir el bronce en salto de altura de Londres 2012 en el Comité Olímpico Español (COE). Han sido muchos años de espera pero sin duda ha merecido la pena.

Pero Ruth no es la única atleta española a la que un atleta dopado le arrebató su momento de gloria. Estos son los otros atletas españoles que tuvieron que esperar años para colgarse el ansiado metal:

Lydia Valentín

Quien ha sufrido las trampas de sus competidoras, hasta en dos ocasiones, es la leonesa Lydia Valentín. La levantadora de peso tiene tres medallas olímpicas y solo una foto en el podio en Río 2016. En los Juegos Olímpicos de Pekin 2008 acabó en quinta posición. Tras la descalificación de las rivales se consagró como subcampeona olímpica, aunque tuvo que esperar una década para colgarse la medalla al cuello. No fue la única vez. Poco antes de viajar a Río fue conocedora de la descalificación de todo el podio de Londres 2012, y el COI le restituyó el oro que tenía que haber sido suyo desde el minuto uno. La halterofilia es el deporte más ensuciado por el dopaje, cincuenta y siete atletas han sido desposeídos de sus medallas a lo largo de la historia de los Juegos.

Manuel Martínez

El primer deportista español que subió al podio por descalificaciones relacionadas con el dopaje fue Manuel Martínez. El considerado mejor lanzador español de todos los tiempos quedó cuarto en la modalidad de lanzamiento de peso Atenas 2004. Nueve años después ucraniano Yuriy Bilonog, fue desposeído de su título olímpico por lo que el casillero corrió una posición y así fue como Martínez subió al podio en tercera posición

Alfonso Benavides

El español Alfonso ‘Sete’ Benavides recibía el pasadoo mes de junio con 10 años de retraso su medalla olímpica de bronce en piragüismo. Un reconocimiento que tenía que haber llegado en Londres 2012, donde fue cuarto, pero que llega ahora tras la descalificación por dopaje del lituano Suklin. Sete Benavides afirmó que esta medalla es “un sueño” y está feliz por haberlo podido celebrar con toda su familia y amigos en su club de Port de Pollença (Mallorca). Tras siete años el COI informaba que el piragüista lituano Jevgenij Shuklin, medalla de plata en C-120 en Londres habría dado positivo por un esteroide anabólico, este caso de dopaje subió al español al tercer puesto obteniendo la medalla de bronce.

La lucha por el deporte limpio sigue latente en cada competición y, aunque se han dado pasos de gigante, al COI aún le queda mucho camino por recorrer para erradicar a un enemigo tan poderoso.