Eurocopa
Morata y el debate del “7” de España
Es el “9” de Luis Enrique en la selección, pero no se libra de las críticas
El número “7” de la selección fue motivo casi de pelea por la herencia y por el respeto al “difunto” cuando Luis Aragonés decidió prescindir de Raúl para siempre y David Villa se reivindicó como el “7” de España. Ahora ese número pertenece a Álvaro Morata. Pero el debate no ha terminado.
El delantero de la Juventus cumplió su partido número 40 con España ante Portugal y acabó como capitán después de que Rodri sustituyera a Busquets. Es uno de los veteranos y uno de los pocos que tiene experiencia en los grandes torneos. Ya disputó la Eurocopa 2016 con Vicente del Bosque en el banquillo, en la que marcó tres goles. Se perdió el Mundial de Rusia a pesar de ser uno de los jugadores de confianza de Lopetegui después de una mala segunda parte de la temporada con el Chelsea.
Luis Enrique confía en él y jugó todo el partido contra Portugal, aunque no estuvo muy acertado ante la portería. España disparó diez veces a la portería de Rui Patricio y casi la mitad de los remates fueron de Álvaro. Sin éxito, aunque estuvo cerca en los últimos minutos del partido, cuando después de recorrer medio campo con la pelota disparó al larguero.
“Morata ha sido un incordio constante y ha generado mucho. Y en el último minuto es capaz de hacer una carrera de cuarenta metros, encarar al portero y ha tenido la mala suerte de que el disparo ha ido al larguero. Es para aplaudir y dejarse los muñones”, aseguraba el seleccionador después del encuentro.
Una parte del público no sentía lo mismo. Después de ese remate al larguero se escucharon gritos en el estadio Metropolitano -que fue el suyo- de “Qué malo eres, Morata, qué malo eres”. Un detalle que no parece preocupar a Luis Enrique. “Me da igual”, dijo en la rueda de prensa posterior al partido.
Al él también le silbaron, pero no se da por aludido. Lo resiste todo. “No he oído que me hayan silbado”, dijo. “Ni me va ni me viene, no me afecta lo más mínimo. Me da completamente igual”, añadía. “Sí me molesta que se haga eso con mis jugadores. Cada uno es muy libre de hacer lo que quiera. A mí me da igual. Ni me he enterado”, aseguraba.
A Morata tampoco parece afectarle, al menos así lo transmitía el seleccionador. “Lo he visto bien de moral. Está acostumbrado”, dice.
“Confiamos mucho en Álvaro. Sabemos que tiene mucho gol y ha hecho un gran trabajo. Lástima esa última ocasión”, aseguraba el centrocampista Fabián.
“Soy el primero que asume la crítica, intento no leer mucho las cosas positivas para seguir en la misma línea, pero sí me gustaría que nos centráramos en lo deportivo. Nadie se va a molestar porque critiquéis que ha jugado mal”, aseguraba hace unos días en una entrevista concedida a Radio Marca.
Ha madurado y asume los retos con naturalidad. En aquella Eurocopa de 2016 tenía todavía 23 años y después de una buena primera fase le costó cruzarse en la primera eliminatoria con Italia. Allí Buffon defendía la portería y por delante tenía a Bonucci y a Chiellini. Todos compañeros suyos en la Juventus. Le costó enfrentarse a los mismos futbolistas que le cuidaban en los entrenamientos y que en el partido le pegaban. Ha crecido y no es tan sencillo asustarlo.
Morata es el máximo goleador de los convocados por la selección. Ha marcado 19 goles en 40 partidos, casi uno cada dos encuentros. No entró en la primera convocatoria de Luis Enrique tras su regreso, pero ha disputado los últimos siete partidos. Él fue el que abrió el marcador en el 6-0 a Alemania en La Cartuja, el estadio donde España disputará sus primeros tres partidos de la Eurocopa. Y el seleccionador ha seguido contando con él desde entonces. Ha sido titular en los últimos cinco encuentros de la selección y sólo fue sustituido ante Kosovo en el último partido de la primera tanda de encuentros de clasificación para el Mundial. Era ya el tercer partido, ya estaba resuelto y Luis Enrique quiso darle descanso.
El “7” de España es el “9” para Luis Enrique.
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