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Taylor Swift da un paso más en el control de su música con el lanzamiento de un 'nuevo' single

La cantante estadounidense decidió volver a grabar todos sus álbumes para tener los derechos de grabación de sus canciones
Imagen del estreno de "Taylor Swift: The Eras Tour"
World Premiere of "Taylor Swift: The Eras Tour" Concert FilmChris Pizzello/Invision/APAP
La Razón

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La carrera de Taylor Swift se bifurcó en el año 2019. O, para ser más preciso, una parte de su trayectoria artística siguió creando y lanzando nuevos álbumes, mientras que la otra emprendió un proceso de retroceso para regrabar todos los discos que había publicado previamente. ¿Cuál fue la razón detrás de este movimiento? La famosa cantante estadounidense deseaba recuperar los derechos de explotación de sus canciones, que habían sido transferidos por su antigua discográfica a un antagonista suyo.
El día jueves 27 de octubre se convierte en una fecha crucial en este proceso de "reapropiación" que Taylor Swift está llevando a cabo en su obra, ya que ha lanzado "1989 (Taylor's versión)", una nueva grabación de su álbum de 2014, que incluye algunos de sus temas más icónicos, como "Blank Space". Actualmente, Swift se encuentra en un punto culminante de su carrera, marcando un sendero para las futuras estrellas de la música. Su documental "The Eras Tour", que se ha estrenado en los cines, ha tenido un éxito arrollador, liderando la taquilla en los Estados Unidos y España durante su primer fin de semana de proyección.
El inicio de este proceso se remonta a 2018, cuando Taylor Swift abandonó su antigua discográfica, Big Machine Records. Sin embargo, el punto de quiebre ocurrió en 2019, cuando Big Machine fue adquirida por el manager musical Scooter Braun, quien además trabajaba con el "rival" de Swift, Kanye West. El contrato de Swift con Big Machine Records establecía que los derechos de las grabaciones (no los derechos de autor) de sus canciones pertenecían a la discográfica, lo que implicaba que cualquier persona que quisiera usar sus canciones necesitaba la autorización de Braun. Esto fue lo que la cantante consideró como "la peor escenario posible".
La decisión de Taylor Swift fue simple pero drástica: volver a grabar sus canciones, las cuales, al fin y al cabo, ella misma había compuesto, y lanzar uno a uno sus álbumes con la adición de "(Taylor’s versión)" para así tener el control sobre sus grabaciones. De alguna manera, esto validaba sus trabajos pasados desde su nueva posición como versiones canónicas de las canciones.
Así, con su nueva discográfica, Republic Records, logró negociar la propiedad de los derechos de todas las grabaciones futuras, al mismo tiempo que recuperó el control sobre las grabaciones de su pasado.