En solfa: ¿El ciclo de lied, en peligro?
Después de 31 temporadas de éxito, arranca de nuevo el ciclo en el Teatro de la Zarzuela
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Corría el año 1992 y mantuve una comida con mi amigo Alfredo Tejero, quien era entonces responsable de la programación musical de la Fundación Caja Madrid y quien acabaría por comprarme mi primera casa en San Lorenzo de El Escorial. Hablando y hablando le propuse crear un ciclo de lied en el Teatro de la Zarzuela. Yo he sido siempre muy aficionado al género, la Zarzuela era el sitio ideal para él y no sólo no había nada similar en España sino en el mundo. Tenía además la ventaja de no ser caro: un cantante y un piano. Le gustó la idea y me dijo que lo hablaría con Antonio Moral, entonces asesor musical de la Fundación. Nos citamos los tres de nuevo en La Ancha y quedó sentenciada positivamente mi iniciativa, aunque hubo inicialmente algunas resistencias de quienes en el patronato de la citada fundación lo tildaban de «elitista».
Acaba de empezar ya su 31º edición con la magnífica soprano francesa, Sabine Devielhe, lo que supone que ha sido todo un éxito. En palabras de Antonio Moral, quien lo dirigió hasta agosto de 2005, «A lo largo de tres décadas se ha convertido por derecho propio en uno de los ciclos más prestigiosos de Europa, habiendo reunido en Madrid a la flor y nata de los intérpretes internacionales del mundo del Lied (235), además de congregar a un público fiel y entusiasta que apoyó el ciclo desde sus inicios».
Claro que han existido problemas en tan larga singladura. Así en 2014, a fin de no desaparecer, se incorporó a los programas de CNDM, bajo dirección del mismo Moral hasta 2018. En esas fecha se habló de trasladarlo a la sala de cámara del Auditorio Nacional, por problemas de disponibilidad de fechas, también cuando el frustrado intento de absorción por parte del Teatro Real y alguna otra vez se ha vuelto sobre el tema del traslado, sin percatarse que jamás podría funcionar en el Auditorio Nacional, porque requiere un ambiente, una intimidad, una interrelación entre intérpretes y público que sólo puede darse en la Zarzuela.
Antonio Moral siguió programando el ciclo, ya fuera del CNDM, desde 2018 hasta la pasada edición, de acuerdo con las sucesivas direcciones del INAEM. Al día de hoy han pasado por el ciclo 132 cantantes y 103 acompañantes.
La dirección del INAEM ha decidido prescindir de Moral para el ciclo y pasar de nuevo su gestión al CNDM, al parecer por algún problema de compatibilidades. Sin duda Paco Lorenzo es una persona preparada, que ha sabido mantener el CNDM en todo su brillo, pero Moral había convertido el lied en algo muy personal, estrechando una relación con los artistas que han llegado a actuar por cachés muy inferiores a sus habituales, dada esa relación personal y el placer que les proporciona el lugar y su público. Esta relación, convertida en amistad, es, por ejemplo, la que hace posible el minifestival de Cáceres con un presupuesto reducido. Así allí, la jornada del 1 de febrero se cerrará con un recital del extraordinario barítono Andrè Schuen acompañado al piano por Daniel Heide y un repertorio de lied firmado por Mahler y Schubert.
Miedo me da, que este cambio pudiera ir más allá, hasta volver a la idea del Auditorio Nacional como una excusa para ir desenfondando el ciclo poco a poco. ¡No, por favor!