Leo Harlem y El Langui, la extraña pareja de "La familia Benetón"

Ya se conocían, de alguna colaboración televisiva previa, pero jamás habían trabajado juntos en la gran pantalla. Leo Harlem, que ya se está convirtiendo en un referente de la comedia contemporánea familiar española, y Juan Manuel Montilla "El Langui", siempre rapero y lírico pero volcado en varias facetas del cine desde hace un tiempo, se encuentran al fin en "La familia Benetón", que se estrena en cines el 22 de marzo. La película, dirigida por Joaquín Mazón ("La Navidad en sus manos") irrumpe en la vida de dos transportistas que intentan ganarse la vida a las afueras de un gran almacén de muebles, cuando le llega la noticia a uno de ellos de que su hermana ha muerto y debe encargarse temporalmente de sus cinco hijos adoptivos, cada uno de un origen étnico diferente.

Harlem y Montilla, Leo y El Langui, a lo Matthau y Lemon, se convierten entonces en una extraña pareja, un cruce entre Don Quijote con su Sancho Panza y Pinocho con su Pepito Grillo, abriéndose camino por su propio racismo, para intentar que los niños sigan con su vida con la mayor normalidad posible. Por supuesto, entre los numerosos dispositivos cómicos que plantean Mazón y el guion de Curro Velázquez, el más efectivo es el del hombre viejo en la nueva era, el del gañán sobreviviendo a la generación de cristal y el de un Leo Harlem al que el papel le viene como anillo al dedo.

"Hemos estado muy bien, pero me gusta insistir en que en el cine se trabaja mucho. Hay muchas horas de convivencia, pero hemos estado muy a gusto el uno con el otro. Y eso que es una película con muchas escenas, muchos exteriores, también", explica Harlem sobre la experiencia, antes de rematar con una broma: "Sí, tendría una segunda cita con El Langui". A su lado, su compañero de reparto también responde a LA RAZÓN: "Este no ha trabajado nada, pero su personaje ha currado mucho. Lleva el peso de la película. Son muchas horas de trabajo, incluso haciendo una película infantil con niños en el set. Ya nos conocíamos, pero encantado con la oportunidad", añade el Langui.

Preguntado su gañán, ese Toni que solo acepta quedarse un mes con sus sobrinos y a cambio de los 10.000 euros que solucionarían sus problemas con Hacienda, Harlem saca a relucir la empatía: "Es un hombre al que el tiempo le pasa por encima. Y, realmente, no sabes cómo es la gente hasta que pasa por situaciones difíciles. Él es una persona que odia a los niños, un cascarrabias que se va dando cuenta de que no todo es como él creía. Me gustan las películas sobre segundas oportunidades, sobre adaptarte. Te tienes que adaptar tú al mundo o te quedas atrás. Pero sabíamos de este contraste, y el director quería que al principio de la película fuese lo más asqueroso posible para poder provocar esa empatía con el personaje cuando llegamos ya a la resolución de todo. El cambio lo hace entrañable, pero la primera parte es para pegarle un tortazo", añade el también monologuista.

Además de por Harlem y El Langui, "La familia Benetón" está protagonizada por Alí Dia, Diego Montejo, Gala Bichir, Meilin Chen y Kamsiyochi Ngene, un quinteto titular y multicultural que primero mirará con recelo a su nuevo "tiastro" para acabar aceptándole, justo hasta que descubren su motivación real para quedarse con ellos. "Somos un poco como Thelma y Louise pero transportistas", bromea Harlem antes de que intervenga El Langui: "Los niños aprenden de nosotros, pero nosotros más de ellos. Cuando tú te estás empezando a hartar de esperar y repetir, les ves a ellos con toda la ilusión y no puedes poner caras. Ellos lo han dado todo y han aportado, han hecho mejores a sus personajes", confiesa.

Versado ya en el hombre obsoleto, como demostró en "El mejor verano de mi vida" (2018) o "Como Dios manda" (2023), Harlem aprovecha la entrevista para reflexionar sobre una sociedad que parece cambiar más rápido que en ningún otro punto histórico, o si es, de hecho, una sensación pegada a la propia experiencia humana: "La vida es adaptación, y eso es la película también. Ese cambio funciona muy bien en el cine... y en la sociedad. Creo que hay muchos hombres que se van reconocer en este tipo. Es un mensaje de menos crispación, de dejarse llevar y de fluir. La adaptación siempre es maravillosa. Lo negativo sería llegar a un punto de negación desde el aperturismo. Son personajes que ya he interpretado alguna vez, en distintos entornos, pero me parece importante incidir en esa implicación, en ese cariño a lo desconocido que a veces en un principio rechazas", apunta el intérprete.

Comparado satíricamente con el rapero estadounidense Ice Cube, que también venía de la dureza de la calle y se reconvirtió a cómico familiar de éxito, El Langui encuentra aquí su sitio en el cine, uno que pasa también por estar detrás de las cámaras (ha dirigido el cortometraje "Intentando") y que le viene de amar la artesanía del oficio: "Es la primera vez que hago una comedia familiar, y tenía muchísimas ganas. Tenía muy presente el trabajo de Santiago Segura, por ejemplo, y me apetecía hacer algo así. De hecho, ya había escrito algunos conceptos de comedia familiar, pensando en dirigirla más que en interpretarla. Llevaba como un año con el runrún cuando me pegaron el toque y me ofrecieron el papel de Lolo. Se juntó todo, parecía que estaba escrito y espero repetir mucho más en el género", confiesa antes de despedirse.