Joyas del British Museum se estaban vendiendo en eBay por 40 libras
El robo de estas piezas, que se encontraban en los almacenes del museo londinense, se han echado en falta estaba semana
El escándalo saltó hace unos días, cuando responsables del British Museum percibieron que algunas piezas de los fondos de su colección habían desaparecido. Las investigaciones no se dilataron y enseguida comenzaron los rumores. La Prensa inglesa no ha dejado de informar sobre este asunto. El diario "The Guardian" recogía en un artículo un dato escalofriante: los robos por parte del personal suponen un problema común en estas instituciones. Y es justo hacia esta dirección hacia el lugar donde apunta todo.
Desde el inicio de las pesquisas por parte del British Museum y de la Policía, una persona del staff del museo ha estado en el centro de todas las sospechas. Según relata el "DailyMail", horas después de los primeros avances policiales y las primeras conclusiones de una indagación interna, el museo, como informó en un comunicado público, procedió, nada más descubrir que faltaban artículos, a despedir a una de las personas que tenía contratada: Peter Higgs, de 56 años de edad, comisario y responsable del departamento de las civilizaciones y las culturas del entorno mediterráneo. Según recoge este diario inglés, Higgs, que ha organizado muchas de las exposiciones del museo, está devastado por su despido y desde el inicio ha negado haber procedido mal.
Las piezas que fueron sustraídos son de un enorme valor tanto histórico como material. Son joyas de oro y gemas de piedras semipreciosas y vidrio que están datadas en el siglo XV a. C. "Nuestra prioridad ahora es triple: primero, recuperar los objetos robados; segundo, averiguar qué se podría haber hecho, si es que se hubiera hecho algo, para detener esto; y tercero, hacer lo que sea necesario, con inversiones en seguridad y registros de colección, para asegurarse de que esto no vuelva a suceder”, dijo George Osborne, presidente del Museo Británico, a Ap.
Uno de los errores que se han cometido, según han advertido enseguida los rotativos londinenses, es que una parte de los fondos, hechos de ocho millones de objetos, que se custodian en los almacenes del British Museum están sin catalogar todavía, un hecho que, sin duda, habría facilitado la labor de la persona que decidió extraer de sus instalaciones estas obras para después venderlas, ya que sería mucho más difícil que alguien se diera cuenta.
Ahora se han puesto medidas para evitar que se repita un suceso de esta magnitud. Pero quizá es demasiado tarde. Se ha informado que una parte de las obras que se han robado, y que tendrían un valor aproximado de unas 50.000 libras, se han estado vendiendo en eBay por mucho menos. Por una cantidad que casi resulta irrisoria: 40 libras. Lo trágico es que, por lo visto, un experto en antigüedades ya había dado la voz de alarma hace tres años al British Museum y les dijo que estaban saliendo a la venta artículos de extraordinario valor a través de esta plataforma. También les subrayó sus sospechas de que alguien estaba sacando obras de sus fondos.