Joan Manuel Serrat: "El Princesa de Asturias es un buen colofón a mi carrera"
El cantautor mostró su agradecimiento y entusiasmo ante un galardón que no esperaba
Barcelona Creada:
Última actualización:
Probablemente si nos dieran un premio, como el Princesa de Asturias de las Artes, podríamos empezar proclamando que «gloria a Dios en las alturas/ Recogieron las basuras/ De mi calle, ayer a oscuras/ Y hoy sembrada de bombillas». Porque hoy es todo una fiesta, como dice la canción. Y es que Joan Manuel Serrat fue hoy galardonado con este premio, una noticia que cogió por sorpresa al cantautor, tal y como confesó en una rueda de Prensa celebrada en la sede de la SGAE de Barcelona. Sí, el de ayer, para el «Noi del Poble Sec» fue un gran día.
«Me he enterado por teléfono. Me llamaron de la Fundación para anunciarme el resultado de la votación y preguntarme si tenía algo que hacer el próximo 28 de octubre. Si tuviera algo que hacer lo posponía, desde luego», dijo un emocionado Serrat. El autor de «Mediterráneo» quiso mostrar su «gratitud, emoción y sorpresa. Esto es algo que uno no tiene previsto. Francamente como punto final de mi carrera artística me parece que es realmente un buen colofón». A este respecto apuntó que «no estoy en disposición de decir que será de mi vida mañana o dentro de dos años. Me parece que en un par de años, desde que anuncié mi retirada, este ha sido un momento muy inesperado y feliz. Espero tener tiempo de disfrutarlo con la serenidad y el tiempo que merece».
A diferencia de lo que pasó en otras ediciones con Leonard Cohen cantautor reconocido con este mismo galardón, sin embargo el de Serrat no fue para el apartado de las Letras sino el de las Artes, que también fue a parar a manos de Bob Dylan. Pese a ello, no le importó este matiz al músico porque «es un galardón sumamente prestigioso en cualquiera de sus disciplinas».
Joan Manuel Serrat reconoció que no pensó en dedicar el Princesa de Asturias a alguien, pero sí quiso señalar que «no lo he hecho porque ha sido algo totalmente inesperado». «Cualquier cosa que me pase creo que es porque soy hijo de una cadena y siento la satisfacción de formar parte de ella. En este trabajo nuestro todos nacemos con el deseo y la necesidad de aprender. Este aprendizaje no pasa solo en una parte inicial del devenir artístico sino que se va produciendo con el tiempo», dijo.
El premio llega cuando ya hace algún tiempo que Joan Manuel Serrat está lejos de los escenarios. El 23 de diciembre de 2023, en un abarrotado Palau Sant Jordi de Barcelona, su Barcelona, el cantante ofrecía su último concierto. El Princesa de Asturias no hará que se replantee la posibilidad de un regreso, hecho que argumentó diciendo que «no dejo el escenario por compromiso. No lo dejo por salud ni por falta de relación con el público. Es porque creo que ya está bien». Eso no implica que escriba, aunque sin la imperiosa necesidad de convertir ese hecho en algo impreso. «Para hacer canciones lo importante es el estímulo. Si hay complicidades, hay una parte hecha. Tal y como está montada la historia en estos momentos, es poco estimulante y hay muchas cosas que no entiendo. No quiero romperme la cabeza. Escribo, pero no por necesidad de publicar. Si lo hago es porque me viene de gusto. No es que tenga un compromiso, ni una necesidad de presentar las cosas. Lo importante es que el resultado sea de mi agrado», reconoció para añadir que «ahora pongo la radio y no escucho muchas cosas. Eso de colgar canciones en internet, como hacen muchos, me suena como al Cluedo».
La vida cotidiana
La vida de Joan Manuel Serrat en abril de 2024, hasta la notificación del galardón, es de total normalidad. La mañana de Serrat, horas antes de que Oviedo se pusiera en contacto con él, fue «hacer cosas diversas. He ido a renovarme el carnet de conducir. He ido al notario para hacer una gestión con mi hija. Luego a comer con mi mujer, mi hija, mi yerno y mi nieta. Cada día tengo cosas que hacer. Soy una persona que funciona con libertad para escoger sus horarios y su día a día. Pero es que la vida implica hacer muchas cosas, a veces muy aburridas, otras divertidas, como disfrutar de los amigos, de los artistas». La paz habitual en estos días en el hogar del músico se rompió con la buena noticia del Princesa de Asturias. «He tenido que lanzar el móvil para poder hacer una vida aparte», confesó a los periodistas.
Además de ser un gran intérprete con una voz única, a Serrat le debemos un cancionero irrepetible en el que no faltan las canciones propias como su personal lectura de poemas de Antonio Machado, Miguel Hernández, Mario Benedetti, J. V. Foix o Joan Salvat-Papasseit, entre otros. El jurado del Princesa de Asturias aplaudió el hecho de que sus canciones «forman parte de la memoria emocional de varias generaciones de España y América Latina, tanto en catalán como en castellano, dos lenguas que ha fomentado y ayudado a progresar, lejos de cualquier enfrentamiento, desde un equilibrio natural como vehículos de concordia y entendimiento». A este respecto, sobre el uso de las dos lenguas reconoció que ambos son «idiomas en los que yo me he manifestado, lo he hecho siempre con la seguridad y la certeza de ser una persona que tiene estos dos idiomas como manera de entenderse y forma de existir».
Otro tema por el que preguntaron al cantante fue sobre esa línea divisoria entre poesía y canción, dos mundos en los que él ha sabido transitar con gran éxito. En este sentido, expresó que «la canción y la poesía no son lo mismo. Son dos maneras diferentes de expresarse y comunicarse. Yo reivindico ambas. Dentro de la canción existe la poética, como también en muchas cosas de nuestra cotidianidad. A veces hay canciones que son muy poéticas, pero también hay otras que dejan mucho que desear. Conozco a grandes poetas que no han podido hacer una canción. Por otro lado, también hay cantantes que no han sabido hacer una poesía».
Joan Manuel Serrat siempre ha sido un artista comprometido, no solo desde una perspectiva política sino también con su apoyo, antes que lo hicieran otros, con causas de corte ecológico. Eso es algo que encontramos claramente expuesto en canciones como «Mediterráneo» o «Cançó de Bressol». ¿Qué es lo que le preocupa en la actualidad a Serrat? «Lo que más me preocupa es el problema más cercano, como es la vida, el mundo, la tierra, el agua, lo que puede ser la relación del hombre con el espacio. Pienso que esta debería ser la gran preocupación de los ciudadanos. En los últimos cincuenta años el hombre ha dejado de tener ese distanciamiento con la tierra o la naturaleza para darse cuenta que él, el hombre, era naturaleza o tierra, más allá de los pensamientos antropológicos». Tampoco ocultó que no le gusta «la manipulación de las palabras, así como la pérdida de fe de la ciudadanía en la política o el sistema democrático».
A lo largo de seis décadas, Joan Manuel Serrat ha sido la banda sonora de muchos. Sus canciones han atrapado a todo tipo de público, de Algeciras a Estambul, convirtiéndose en algo más que un compañero, en mucho más que un hilo musical. En todos esos temas se ha encontrado el tema, la palabra precisa con la que sentirnos identificados. Son «aquellas pequeñas cosas/ Que nos dejó un tiempo de rosas/ En un rincón/ En un papel/ O en un cajón».
Sin embargo, como viene pasando en ocasiones en Cataluña con algunos exaltados, ya surgieron en el día de ayer algunas voces críticas a un premio que calificaron como algo que no deja de ser una recompensa de la monarquía española. A Serrat no le preocupó lo más mínimo que aparecieran estas opiniones, hasta el punto de decir que él ya formó parte del jurado de este mismo galardón hace ya tres décadas.
La inolvidable voz que nos cantó aquello de que prefería volar a correr. hacer a pensar, amar a querer, tomar a pedir, pero que antes de nada ha sido partidario de vivir, ayer era alguien especialmente contento. Por ello, cuando abandonó ese encuentro con los periodistas quiso que sus últimas palabras fueran un sincero deseo, toda una declaración de principios: «Que sean tan felices como yo lo soy hoy».