Jake Gyllenhaal: "He llevado a mi físico al límite en esta película"
Jake Gyllenhaal y Daniela Melchior protagonizan "Road House. De profesión: duro", remake de la película protagonizada por Patrick Swayze en 1989
Corrían raudos y alocados los ochenta, llegando ya a su final, cuando Patrick Swayze irrumpió en la escena del mamporro cinematográfico con "De profesión: duro". La película, dirigida por Rowdy Herrington y que también contaba en el reparto original con Sam Elliott, se convirtió rápidamente en un clásico de la galleta, un refugio para los religiosos del tortazo. Sin embargo, lo que podría haberse convertido en una franquicia más en los noventa, se acabó quedando en solo una entrega por los distintos compromisos de Swayze y por la muerte paulatina de los grandes héroes de acción en la gran pantalla, llevando a Schwarzenegger a reinventarse junto a Danny DeVitto y a Stallone a recorrer América con torneos de pulso.
Más de treinta años después, ahora con Jake Gyllenhaal en el papel protagonista, Prime Video estrena "Road House. De profesión: duro", una nueva adaptación (a medio camino entre el "reboot" y la secuela directa) de la historia del malote desdichado al que le encargan la seguridad de un bar. Y para esta nueva versión, además de contar con el carisma del protagonista de "Prisoners" y dueño de la bufanda roja más célebre de la historia de la música, el director Doug Liman ("Al filo del mañana") ha contado con la omnipresente Daniela Melchior ("Fast & Furious X") y la inestimable colaboración de la UFC, que le llegó a prestar un octógono en pleno evento para rodar una escena y que se manifiesta a través de la presencia, como malo malísimo, de Conor McGregor, el histórico y controvertido campeón de artes marciales mixtas.
"Hemos vuelto a ver la original, sí, pero no para compararla. Esta es una versión fresca y nueva. Quería volver a verla para recordar las bromas y los momentos clave, pero no para acercarnos demasiado. No me gustaría que la audiencia comparara ambas películas", explica Melchior, en entrevista con LA RAZÓN y al lado de Gyllenhaal, que también responde sobre su admiración a la película de 1989: "La he visto muchas veces, obviamente. Antes de hacer la película, también. Pensaba mucho, haciéndola, en si los fans de la original la encontrarían entretenida. Pero también quiero dejar claro que la hemos pensado como una reinvención, no más de lo mismo. Queríamos traer de vuelta el encanto original, pero no enredarnos en ella. La amaba cuando era pequeño y, cuando terminamos de rodar, la vi de nuevo. Me fascinó el carisma de Patrick Swayze y lo increíble del elenco, con Sam Elliott... Ese elenco era extraordinario, y es algo similar a lo que hemos hecho aquí", explica el nominado al Oscar por "Brokeback Mountain".
Mucho más violenta, pero también más espectacular y mucho mejor coreografiada que la original, aunque a sus protagonistas no les gusten las comparaciones, la nueva "Road House. De profesión: duro" es una impresionante nueva adición a ese género que en Internet ya manejamos como "cine de padres" y que va más allá del wéstern (que un poco lo es), el cine de acción más basto (que un poco lo es) y la huida por testosterona (que un poco, también, lo es). Gyllenhaal, hierático en la mayor parte del filme, incluso cuando está repartiendo, se erige en un héroe con el que es fácil empatizar, incluso cuando la película lidia con algo tan sorpresivo como la gentrificación, es decir, el proceso por el que muchos habitantes históricos de un lugar son prácticamente echados de sus casas por fondos de inversión y constructoras al servicio de ciudadanos más pudientes.
"No sé si ha sido mi compromiso físico más fuerte, pero sí he llevado a mi físico al límite. He aprendido mucho de los equipos de especialistas, que me han enseñado a arriesgarme sin dejar de sentirme seguro con lo que estábamos haciendo. Tengo una edad en la que las heridas y las cicatrices ya las arrastras durante un tiempo, ya no soy tan maleable como hace algunos años. Me he vuelto consciente de ello, y he trabajado más duro para llegar al nivel físico. He tenido un gran equipo ayudándome y, al final, el resultado de todas escenas de pelea pasa por el trabajo del equipo, que lo ha dado todo. Me alegro mucho de haber hecho la película sin romperme nada a largo plazo", bromea el actor, que ha tenido que pasar por 6 meses de entrenamiento, tanto coreográfico como físico, para llegar al nivel de espectacularidad atlética que le pedía "Road House. De profesión: duro".
Melchior, a la que últimamente hemos visto tanto subida a los coches de los Toretto y compañía en "Fast & Furious X" como sumándome a Marvel y DC de la mano de su buen amigo James Gunn, responde acerca de su ubicuidad, sobre todo en grandes franquicias taquilleras: "¡Llevo meses pidiéndole proyectos independientes a mi agente! (ríe) Y me responde que soy la única actriz que le pide recorrer el camino contrario, el de las grandes películas de estudio a las más pequeñas e independientes. Me encantaría hacer películas más pequeñas, solo pido un poco de equilibrio. Me encantan las grandes, pero según me voy desarrollando como actriz y como persona, tengo la necesidad de estar más de acuerdo con los mensajes que lanzo al mundo", se despide la actriz, en pleno ascenso al estrellato mundial y que aquí firma una más que correcta Ellie, enfermera y, por supuesto, interés romántico de nuestro maltrecho y maltratado protagonista.