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Kokoshca: "En la juventud descubres que el mundo no es como te lo habían contado, pero no sabes vivirlo"

La banda de Pamplona ha publicado "La juventud", un disco que explora esa fase de la vida en la que solo hay futuro "pero no hay futuro"
La banda de Pamplona Kokoshca
La banda de Pamplona KokoshcaSonido Muchacho

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Lo dice, en los primeros segundos, la voz de Pepe Mujica, expresidente de Uruguay, en una canción de título inequívoco, "Tienes que saber esto". Dice Mujica: "La vida se te escapa y se te va minuto a minuto y no puedes ir al supermercado y comprar vida. Lucha por vivirla, por darle contenido a la vida. La diferencia de la vida humana con respecto a las demás es que tú le puedes dar hasta cierto punto una orientación". Este es el arranque del nuevo disco de Kokoshca, "La juventud", un trabajo que, sin ser conceptual, disecciona una fase de la vida, la juventud, desde la óptica de quienes están a punto de perderla. "Hay un punto paternalista, sí, y también lo hay de quien se siente identificado con ello, de quien siente que lo es. La juventud es un momento biológico de tu vida, pero también es un difuso estado mental, de la actitud vitalista que tiene gente de 70 años, como Mujica. No somos sociólogos ni filósofos, pero sí, es eso que dices", dice Iñaki López, compositor de la banda de Pamplona.
"Escribimos desde este momento, desde una forma de mirar el mundo y por eso hay un hilo conductor de cierta energía juvenil, pero sin ser peterpanes, sin ser jóvenes del todo", dice el músico. Entonces, ¿cabe la resistencia a perder la juventud? ¿cabe esa resistencia a perderla? "No, por nuestra parte, creo que no. Hay estoicismo, aceptación sin drama. Y disfrutar el momento de la vida con los momentos que te corresponden y que te quedan. Pero sí que hay un anhelo porque la juventud es la época en la que diagnosticas el mundo y se te caen las máscaras y ciertas creencias, y descubres que hay otro mundo que el que te han contado, pero no tienes mucha idea de cómo vivirlo. No tienes ni puta idea, sumado a que no hay mucho futuro ni optimismo, la verdad. Entonces, es una época guay, pero en la que estás algo inválido. Y por eso sí que hay cierto paternalismo. Ese ''piensa y que no te cojan'', que decía Def Con Dos. Piensa por ti mismo", cuenta el fundador de la banda junto a Amaia Tirapu.
Hay, también, una canción dedicada a los nini, casi un homenaje que clama a los cuatro vientos: "Ni nos quejaremos ni es nuestro momento. Algún día venceremos". "Contiene esa energía nihilista y un poco naive de la juventud que es consciente de que no te van a hacer caso, que nadie te tiene en cuenta, y, por eso, uno decide evadirse. Solo quiero estar de pedo, dice la canción. Y proclama que algún día vencerá cuando crezca y madure, pero claro, será el momento en que esa misma persona ningunee a los nuevos jóvenes. Es un poco eso, pero contado con esa energía juvenil no reflexiva", concede López. Porque lo que llega a continuación es la cárcel del trabajo: "Alude a ese universo de trabajos precarios, que pueden serlo todos, pero esos trabajos que haces con 20 años para irte de viaje o ganar algo de dinero. En Pamplona, a muchas de nuestra familias les parecía genial asegurarnos un futuro currando en la Volkswagen, que se hace en Navarra y que industrialmente es importante. Mucha gente lo hace, pero para muchos es quedarse atrapado".
Dedicándose a la música, habrán escuchado mucho eso de "hijo, búscate un trabajo". "Claroooo y hemos trabajado en la fábrica, no años, pero sí puntualmente. Yo he trabajado algún verano, pero no es que haya sido un proletario". El grupo da para vivir... "Sí, pero de forma muy precaria, porque reflexionas sobre la industria y la verdad... el grueso del dinero viene de los directos, pero todo es muy absurdo, porque sufragas los gastos de desplazamientos, pagas un ''fee'' al manager o al booker y vas descontando cosas y te queda muy poco dinero de una taquilla que igual parecía buena. Pero claro, alquiler, noche, gasolina... vivimos. Compaginamos, porque yo hago música para cine y publi, otros caminos".
La precariedad está a la vuelta de la esquina. "Por eso hay gente que no dura. Es que si quieres cierta dignidad para buscarte la vida... Nosotros lo valoramos porque el dinero te dignifica y te da cierta seguridad, pero nosotros hacemos música por la necesidad kandinskiana de hacer arte y que nos escuchen". ¿Esa actitud es un signo de juventud? "No lo sé. Yo creo que reivindicar vivir del arte es un signo de que España se ponga seria. Otros países protegen su industria cultural, desde el nacionalismo o el chovinismo incluso. La industria cultural francesa ha generado eso, que la gente se identifique con la nouvelle vague, con la chanson… creo que habría que dignificar la industria cultural".