Crítica de "Creatura": un cuerpo es un mapa secreto ★★★½

“Creatura” explora el cuerpo femenino como un mapa secreto de la identidad, donde el trauma y la revelación son las dos caras de un mismo (auto)descubrimiento. En la exposición de ese cuerpo, en el modo en que continuamente se hace preguntas incómodas -incluso cuando no quiere responderlas, infestado de una urticaria que siempre reclama atención-, en su necesidad de sentirse deseado a través de una sexualidad contradictoria, Elena Martín lo filma (se filma) sin pudor, pero conservando intactos sus enigmas. En la edad adulta -Mila (Martín) también tendrá sus encarnaciones como niña (Mila Borràs) y adolescente (Clàudia Dalmau), que el montaje alterna con su presente para desvelar las claves de su malestar- el personaje podría pertenecer a la nómina de ese cine del cuerpo cuyas texturas han investigado algunas cineastas -pensamos en Claire Denis o en Catherine Breillat, entre otras- para reivindicar la fisicidad de una puesta en escena que pretende definir una nueva subjetividad femenina, que es otra manera de estar en el mundo que no dependa de la mirada del otro. Del otro masculino, que a menudo asiste con extrañeza a una expresión del deseo que le desborda.

“Creatura” mantiene el listón muy alto cuando, a ráfagas, descubrimos la angustia y las incertidumbres de Mila en presente, como si sus reacciones y sus impulsos fueran un agujero negro inexplicable que Martín nos invita a explorar con ella, muy en la línea de lo que hizo como actriz en el notable corto “Suc de síndria”. Sorprende gratamente que la directora de “Julia 1st” se atreva a hablar de lo que despierta en los adultos el descubrimiento de la sexualidad infantil, tema tabú en el cine. Sin embargo, la película, que remonta cuando el cuerpo de Mila se reconcilia con la naturaleza, psicoanaliza en exceso a su personaje, le busca una narrativa de filiación que, de algún modo, simplifica o reduce la amplitud de miras de lo que había planteado inicialmente, mucho más fascinante.

Lo mejor: explorar las dudas y angustias del cuerpo femenino para reconciliarse con su deseo, con su identidad.

Lo peor: en su tramo final la película psicoanaliza demasiado a su personaje, se hace en exceso pedagógica.